
Un duelo en tres frentes: la huelga de pilotos, la bolsa chilena y la incertidumbre política. Así se ha desplegado el escenario que ha puesto a Latam Airlines en el centro de la atención económica nacional. Desde septiembre, la compañía enfrentó una fuerte corrección en su valor bursátil, tras un año de rentabilidad destacada dentro del IPSA. Sin embargo, en la última semana, y pese a la huelga activa del sindicato de pilotos, las acciones de Latam se dispararon un 3,6%, impulsadas por resultados trimestrales que superaron las expectativas y un contexto de optimismo bursátil tras la elección presidencial del domingo.
Resultados que desafían la tormenta
El tercer trimestre de 2025 marcó un hito: Latam reportó un EBITDA comparable que creció un 42% interanual, alcanzando US$ 1.141 millones, muy por encima del consenso de mercado. Los ingresos aumentaron un 17%, llegando a US$ 3.800 millones, y la utilidad neta se multiplicó por más de dos, con US$ 379 millones. Este desempeño permitió a la empresa elevar su proyección anual, ajustando al alza su EBITDA ajustado a un rango entre US$ 4.000 y US$ 4.100 millones.
Desde la compañía, se destaca que este repunte refleja la preferencia del cliente por una propuesta de valor centrada en la experiencia, evidenciada en la inversión en cabinas Premium Comfort y la apertura de nuevos lounges exclusivos, como el Latam Signature Lounge en Lima.
Voces encontradas: optimismo versus cautela
Pero no todos ven este cuadro con igual claridad. Analistas de Bci Corredor de Bolsa advierten que, pese a las cifras alentadoras, la reducción en la proyección de crecimiento de los asientos disponibles por kilómetro (ASK) revela un mercado más desafiante de lo esperado. 'El bajo desempeño en países de habla hispana y la prolongación de la huelga de pilotos introducen riesgos significativos para el cierre del año', señala un experto del sector.
Por otro lado, desde el sindicato de pilotos, la huelga se mantiene como una herramienta legítima para negociar mejores condiciones laborales, un factor que podría tensionar la operación y la percepción inversora en el mediano plazo.
Un contexto político que añade incertidumbre
La jornada bursátil del lunes, marcada por un avance generalizado del IPSA (+2,4%), fue impulsada por la ventaja electoral de candidatos de derecha en la segunda vuelta presidencial. Este fenómeno ha generado un efecto de compra masiva que benefició a Latam, entre otras empresas.
Sin embargo, este impulso político no garantiza estabilidad para un sector que arrastra desafíos estructurales, desde la competencia regional hasta la volatilidad en los precios del combustible y la fluctuación del dólar.
Conclusiones: luces y sombras en el horizonte de Latam
La historia reciente de Latam exhibe una empresa que, pese a enfrentar una huelga activa y un entorno político incierto, logra mostrar resultados financieros sólidos y una estrategia orientada a la diferenciación del cliente. No obstante, la reducción en el crecimiento operativo y los riesgos laborales evidencian que la resiliencia exhibida podría ser también un espejismo si no se gestionan adecuadamente estos desafíos.
Este episodio invita a una reflexión crítica sobre cómo las fuerzas del mercado, la política y las relaciones laborales se entrecruzan en un sector clave para la conectividad y la economía chilena. Más allá del ruido bursátil inmediato, el verdadero desenlace se verá en la capacidad de Latam para sostener su recuperación y negociar un equilibrio justo con sus trabajadores en un escenario global cada vez más competitivo.