Rodrigo Paz gana en Bolivia y pone fin a dos décadas de gobiernos de izquierda: El desafío de reconstruir lazos con Chile y revitalizar la economía

Rodrigo Paz gana en Bolivia y pone fin a dos décadas de gobiernos de izquierda: El desafío de reconstruir lazos con Chile y revitalizar la economía
Internacional
América Latina
2025-11-18
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- Fin de 20 años de gobiernos del MAS en Bolivia

- Balotaje histórico con alta participación ciudadana

- Tensiones y esperanzas en la relación bilateral con Chile

Un cambio de época en Bolivia

El 19 de octubre de 2025, el senador centrista Rodrigo Paz Pereira se impuso con un 54,57% de los votos en la inédita segunda vuelta presidencial boliviana, marcando el fin de casi 20 años de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS). La jornada electoral, que contó con una participación ciudadana cercana al 87%, transcurrió con normalidad y sin incidentes mayores, según reportaron las autoridades electorales. Este resultado no solo refleja un giro político en La Paz, sino también una oportunidad para redefinir la agenda interna y exterior de Bolivia.

Diversas voces en el escenario político boliviano

Desde la perspectiva de la oposición, el triunfo de Paz es un triunfo de la democracia y una promesa de renovación. "Bolivia necesita reactivar su economía y abrirse al mundo con socios confiables", señaló Paz en su discurso de victoria, comprometiéndose a reabrir relaciones diplomáticas con Chile y Estados Unidos, países con los que la relación ha estado tensionada o limitada en las últimas décadas.

Por otro lado, sectores ligados al MAS expresan preocupación. Algunos consideran que la derrota es una consecuencia natural de la crisis económica y social que golpea al país, pero advierten que la transición puede ser compleja. "La izquierda sigue siendo mayoría en el Parlamento y en las regiones; la gobernabilidad dependerá de la capacidad de diálogo y acuerdos", comentó un analista cercano al oficialismo.

El dilema chileno: entre la historia y la política pragmática

La relación entre Bolivia y Chile, rota a nivel diplomático desde 1978, aparece como uno de los temas más delicados y simbólicos del nuevo gobierno. Aunque la cuestión marítima sigue siendo un punto sensible, Paz ha manifestado su intención de restablecer una relación abierta y diplomática con Chile, buscando un acercamiento que permita mejorar la situación comercial y la conectividad regional.

Esta postura contrasta con el discurso tradicional del MAS, que ha mantenido una posición más confrontacional en torno a la demanda marítima y otros temas bilaterales. Sin embargo, tanto Paz como su rival en el balotaje, Jorge "Tuto" Quiroga, han evitado en la campaña referirse de manera explícita a la relación con Chile, reflejando la complejidad y sensibilidad del tema en la opinión pública boliviana.

Expertos consultados señalan que la reanudación de relaciones diplomáticas podría abrir una nueva etapa, aunque advierten que las negociaciones serán lentas y estarán condicionadas por factores internos y externos, incluyendo la política chilena y la influencia de actores regionales.

Economía en crisis y expectativas de cambio

Bolivia enfrenta una inflación interanual cercana al 24%, escasez de reservas líquidas y problemas estructurales en la provisión de combustibles y productos básicos. El gobierno saliente ha agotado gran parte de sus divisas en subsidios que han resultado insostenibles.

En este contexto, el programa de Paz propone una apertura económica y la búsqueda de alianzas estratégicas para la industrialización, especialmente en torno al litio, recurso clave en la región. "Queremos convertir a Bolivia en una potencia mundial del litio, trabajando en coordinación con Chile y Argentina", ha declarado, apuntando a un modelo de cooperación tripartita que podría transformar el escenario energético y productivo.

Sin embargo, la comunidad internacional y analistas advierten que la recuperación económica dependerá no solo de la política exterior, sino también de reformas internas profundas, manejo fiscal responsable y la capacidad de generar consensos en un Parlamento fragmentado.

Conclusiones y desafíos por delante

El triunfo de Rodrigo Paz representa un quiebre histórico en Bolivia, que abre la puerta a una nueva etapa política y económica. El fin del ciclo de gobiernos del MAS no implica su desaparición política, sino un cambio en la correlación de fuerzas que exigirá negociaciones y acuerdos para evitar la polarización.

La relación con Chile, suspendida desde 1978, es uno de los grandes desafíos simbólicos y prácticos. La voluntad declarada de Paz de restablecer vínculos podría significar un avance, aunque el contexto regional y las posiciones históricas limitan expectativas inmediatas.

Finalmente, la crisis económica demanda respuestas urgentes y efectivas. La capacidad del nuevo gobierno para equilibrar apertura y protección social, junto con la gestión de recursos estratégicos como el litio, será clave para definir el rumbo de Bolivia en los próximos años.

Este episodio invita a observar con atención la evolución política latinoamericana, donde las transiciones y reconfiguraciones de poder reflejan tanto las demandas ciudadanas como las complejidades históricas que aún persisten en la región.