Fiestas Patrias 2025 en Parque O'Higgins: Entre la tradición y la tensión social

Fiestas Patrias 2025 en Parque O'Higgins: Entre la tradición y la tensión social
Actualidad
Sociedad
2025-11-18
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- Masiva asistencia y despliegue de seguridad en la Gran Fonda de Chile.

- Contrastes entre el éxito de público y las críticas de los fonderos por bajas ventas.

- Compromisos ambientales con reciclaje récord y desafíos logísticos en un espacio emblemático.

Un escenario de tradiciones y tensiones

Entre el 17 y 21 de septiembre de 2025, el Parque O'Higgins volvió a ser epicentro de las celebraciones dieciocheras en Santiago con "La Gran Fonda de Chile". Más de 120.000 personas asistieron a un evento que combinó música, gastronomía típica y actividades culturales, pero que también expuso tensiones entre organizadores, fonderos y autoridades.

La inauguración oficial estuvo a cargo del Presidente Gabriel Boric, quien, acompañado por el alcalde Mario Desbordes, recitó sus tradicionales décimas y bailó el primer pie de cueca, marcando el inicio de un festejo que busca ser un símbolo de unidad nacional. "Queremos que este evento, que es la fonda más grande de Chile, sea un momento para pasarlo bien", afirmó Desbordes, destacando la coordinación con Carabineros y seguridad municipal para garantizar un desarrollo ordenado.

Más de 8.000 efectivos de las Fuerzas Armadas y de orden participaron en la Parada Militar que precedió las fondas, en un despliegue que incluyó un espectacular show aéreo de paracaidistas y el homenaje a las Glorias del Ejército. La solemnidad militar contrastó con el ambiente festivo y familiar que predominó en la fonda.

Éxito de público, pero críticas de los fonderos

A pesar de la masiva concurrencia y la variedad musical que incluyó desde Leo Rey hasta Mon Laferte en eventos paralelos, los fonderos expresaron su descontento. "El año pasado fue otra cosa", señalaron, apuntando a una baja en las ventas y a falencias organizativas que afectaron sus ingresos. La presencia de lo que denominaron "mucha familia Miranda" fue otro punto de crítica, reflejando un desencuentro entre las expectativas económicas y la experiencia del público.

Esta tensión pone en evidencia la complejidad de articular un evento masivo que debe conciliar la tradición, la seguridad, la experiencia del público y la sustentabilidad económica de los pequeños comerciantes.

Un compromiso ambiental que marca un precedente

En un giro positivo, la Municipalidad de Santiago informó que se recicló cerca de 20 toneladas de basura, con un plan que incluyó puntos verdes, entrega de vasos reutilizables y separación de residuos en cocinerías y puestos. Se destacó el reciclaje "en un 100%" de los desechos generados, incluyendo plásticos, vidrios y aceite vegetal usado, además de la recolección de guano de caballos para abono en el Centro Educativo Ambiental.

Este esfuerzo ambiental es un hito que apunta a transformar las celebraciones masivas en eventos más responsables con el entorno, aunque el desafío logístico de desmontar y reciclar la infraestructura aún está en curso.

Multiplicidad de voces y miradas

Desde la mirada oficial, el balance es positivo: seguridad reforzada, asistencia masiva y un evento que mantiene viva la tradición chilena. Desde los fonderos, en cambio, emerge una narrativa crítica sobre la gestión y los resultados económicos.

En el plano ciudadano, el público disfrutó pese a la lluvia ocasional, gracias a la oferta cultural y la diversidad gastronómica, aunque algunos lamentaron los precios elevados y la saturación en ciertos espacios.

Conclusiones y retos a futuro

Este ciclo de Fiestas Patrias en el Parque O'Higgins confirma la relevancia de este espacio como símbolo cultural y político. Sin embargo, la disparidad entre éxito de convocatoria y dificultades económicas para los expositores evidencia la necesidad de repensar la organización y el modelo de negocio.

La apuesta ambiental, en cambio, abre una vía esperanzadora para que futuras celebraciones sean más sostenibles y conscientes.

En definitiva, el 2025 dejó en evidencia que la tradición chilena se sostiene en un delicado equilibrio entre celebración, seguridad, economía y responsabilidad social, un equilibrio que deberá afinarse para que las próximas generaciones puedan seguir disfrutando de estas fiestas sin perder su esencia ni su viabilidad.

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Fuentes: La Tercera, Cooperativa.cl, Radio Universidad de Chile.