
Un dominio forjado en el tiempo
En 2005, China contaba con apenas dos fabricantes de baterías para vehículos eléctricos. Hoy, produce más del 75% de las celdas de iones de litio del mundo y alberga seis de los diez mayores fabricantes globales. Este salto meteórico no fue casualidad, sino el resultado de una estrategia estatal que combinó protección de mercado, subsidios energéticos y una intensa competencia industrial interna.
Desde los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, cuando la ciudad estrenó una flota de autobuses eléctricos, hasta la política "Hecho en China 2025", el gigante asiático ha tejido una red de políticas públicas y privadas que apuntan a dominar la cadena de valor de las tecnologías limpias, particularmente las baterías para vehículos eléctricos.
Xie Yanmei, analista independiente, señala que "un enorme mercado interno protegido y un apoyo gubernamental coordinado a lo largo de toda la cadena de suministro" fueron claves para este éxito.
Perspectivas encontradas: ¿liderazgo o amenaza?
Desde Occidente, la mirada es ambivalente y marcada por la preocupación. Jensen Huang, CEO de Nvidia, la empresa líder en chips para inteligencia artificial, lanzó una advertencia clara: 'China va a ganar la carrera de la IA'. Huang atribuye esta ventaja a regulaciones laxas y costos energéticos subsidiados que permiten a las tecnológicas chinas operar con menores barreras.
Estados Unidos mantiene desde 2023 restricciones para que Nvidia venda sus procesadores más avanzados a China, en un intento por frenar el avance tecnológico del gigante asiático. Sin embargo, estas medidas no han logrado detener la expansión china, que además ha absorbido tecnologías y empresas estadounidenses, como la compra de la firma A123 por Wanxiang en 2013.
Desde la óptica china, esta carrera es vista como una oportunidad para superar a Occidente en un terreno aún no consolidado, mientras que en Estados Unidos y Europa se debate entre la regulación estricta y la urgencia de no perder ventaja.
Impacto regional y global: un tablero geopolítico en movimiento
Este liderazgo tecnológico tiene consecuencias directas para América Latina y el mundo. Chile, principal productor mundial de litio, se encuentra en una posición estratégica en la cadena global de suministro. La demanda china ha impulsado inversiones y tensiones por el control de recursos naturales críticos.
Por otro lado, la concentración de la producción en China genera riesgos de dependencia tecnológica para países occidentales, que enfrentan desafíos para desarrollar industrias propias competitivas.
Kate Logan, del Asia Society Policy Institute, advierte que "la integración vertical y los grupos industriales chinos son difíciles de replicar", consolidando una ventaja que no se limita solo a la tecnología, sino a la escala y capacidad comercial.
Verdades y consecuencias
La evidencia es clara: China ha logrado construir un ecosistema industrial y tecnológico que le otorga un dominio difícil de igualar en el corto y mediano plazo. Este liderazgo no es producto solo de subsidios o políticas aisladas, sino de un modelo de colaboración estrecha entre Estado e industria, acompañado de una cultura de competencia interna feroz y mejora continua.
Al mismo tiempo, la tensión entre China y Estados Unidos en sectores estratégicos como las baterías y la inteligencia artificial revela un futuro donde la tecnología será un campo de batalla geopolítico, con implicancias para la seguridad, economía y soberanía tecnológica de los países.
Para América Latina, y Chile en particular, esto implica la necesidad de reflexionar sobre cómo insertarse en estas cadenas globales, equilibrando oportunidades económicas con la autonomía tecnológica y ambiental.
En definitiva, el coliseo tecnológico mundial está en plena función. China juega fuerte, con un público expectante que observa si la potencia occidental logrará reaccionar o sucumbir ante este nuevo titán industrial y digital.
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Fuentes: BBC News Mundo (2025), Diario Financiero (2025), Asia Society Policy Institute, Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, entrevistas y análisis de especialistas en economía política y tecnología.
2025-11-11