El giro político en Bolivia: un quiebre que reconfigura la región

El giro político en Bolivia: un quiebre que reconfigura la región
Internacional
América Latina
2025-11-18
Fuentes
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- Fin de 23 años del MAS en el poder, un cambio inesperado en la primera vuelta.

- Ascenso de Rodrigo Paz y Jorge Quiroga, con propuestas de apertura económica y renovación institucional.

- Fragmentación y crisis en la izquierda boliviana, reflejo de un electorado cansado y dividido.

Un cambio que sacude la estabilidad política de Bolivia y despierta ecos en toda América Latina. El 17 de agosto de 2025, la primera vuelta presidencial en Bolivia rompió un ciclo de más de dos décadas bajo el mando del Movimiento al Socialismo (MAS), dando paso a una inédita segunda vuelta entre dos candidatos de centro derecha: Rodrigo Paz y Jorge “Tuto” Quiroga. Este giro no solo sorprendió a los analistas, sino que expuso con crudeza las fracturas internas de la izquierda y el agotamiento de un modelo que dominó la escena política desde 2002.

El escenario y sus protagonistas

Rodrigo Paz, hasta entonces un outsider en las encuestas, logró en dos semanas escalar desde un 3% hasta un 32% de las preferencias, apoyado en un discurso que caló hondo en sectores urbanos y populares, especialmente en la ciudad de El Alto. Su fórmula económica 50/50, que propone una redistribución fiscal territorial, meritocracia en la administración pública y despolitización de la justicia, se presenta como una alternativa pragmática al estatismo centralista del MAS.

Por su parte, Jorge Quiroga, ex presidente y figura con amplia experiencia y redes internacionales, apostó por la estabilidad y el orden, valores que atraen a sectores conservadores y empresariales preocupados por la crisis económica que golpea al país.

Sin embargo, la izquierda quedó fragmentada y debilitada, evidenciado en el 19% de votos nulos que impulsó Evo Morales, inhabilitado para postular. Este fenómeno refleja no solo la dispersión del electorado tradicional de izquierda, sino también una crisis de representación y confianza en sus liderazgos.

Perspectivas en tensión

Desde el punto de vista político, este cambio ha sido recibido con escepticismo y esperanza a partes iguales. Sectores progresistas alertan sobre el riesgo de un retroceso en derechos sociales y políticas redistributivas, mientras que la derecha y el empresariado celebran la oportunidad de un giro hacia un modelo más abierto y orientado al mercado.

Regionalmente, el resultado boliviano pone en jaque las alianzas tradicionales en América Latina, especialmente en un contexto donde varios países buscan equilibrar entre modelos estatistas y aperturas económicas. Chile, por ejemplo, observa con atención el desenlace, dado su interés en la estabilidad y cooperación en la región andina.

Consecuencias y desafíos

A dos meses de la segunda vuelta, que se realizará el 19 de octubre, el país enfrenta la tarea titánica de restablecer la gobernabilidad en medio de la peor crisis económica en décadas: inflación cercana al 25%, escasez de combustibles y depreciación monetaria. El próximo gobierno deberá navegar entre la urgencia de reformas estructurales y la necesidad de cohesión social.

En definitiva, este giro inesperado no solo marca el fin de una era en Bolivia, sino que abre un capítulo nuevo, donde la promesa de cambio convive con la incertidumbre y la tensión de una sociedad dividida. Como espectadores de esta tragedia política, queda claro que el desenlace no solo definirá el destino boliviano, sino que también influirá en la dinámica política y económica de América Latina.

“Este resultado refleja el cansancio con el modelo centralista y la búsqueda de alternativas pragmáticas para superar la crisis”, señala un analista político regional, mientras que desde la izquierda se advierte que “la fragmentación es una llamada de atención para repensar las estrategias y recuperar la confianza ciudadana”.

La historia boliviana está en una encrucijada, y el mundo observa con expectativa cómo se desarrollará este episodio que ya redefine el mapa político del continente.