
Un pulso sin tregua en el aire
Desde el 12 de noviembre, cerca de 464 pilotos de Latam mantienen una huelga que ha paralizado parcialmente la operación de la aerolínea. La mediación entre el Sindicato de Pilotos de Latam (SPL) y la empresa, que parecía prometer avances, se ha estancado a una semana del inicio del paro. La aerolínea extendió las cancelaciones hasta el 22 de noviembre, sumando a casi 31 mil pasajeros afectados, un número que sigue creciendo y que refleja la magnitud del conflicto.
La negociación gira en torno a la demanda del sindicato de recuperar las condiciones laborales previas a la pandemia. Latam ofreció un sueldo base que puede llegar a $10 millones, pero las diferencias en torno al reajuste anual y otros beneficios mantienen el diálogo en un punto muerto.
Voces enfrentadas, miradas desde distintos cielos
Desde el sindicato, 'la restitución de lo perdido no es un capricho, sino una necesidad para garantizar la dignidad y seguridad de quienes vuelan miles de kilómetros al día', señalan. Para ellos, la pandemia no solo implicó una reducción salarial, sino un deterioro en las condiciones laborales que compromete su bienestar y la calidad del servicio.
En cambio, la empresa argumenta que 'la realidad económica y operacional del sector aéreo ha cambiado drásticamente desde 2019', y que mantener las condiciones anteriores pondría en riesgo la viabilidad financiera de Latam, afectando a trabajadores y pasajeros por igual.
A nivel regional, el impacto no es menor. Aeropuertos y destinos turísticos han registrado cancelaciones y reprogramaciones que afectan a la cadena productiva local. Desde el comercio hasta el turismo, las cancelaciones han generado preocupación, especialmente en zonas donde Latam es el principal enlace aéreo.
La sociedad observa y se pregunta
Entre los pasajeros, la frustración crece. Muchos han debido reprogramar sus viajes o buscar alternativas en medio de la incertidumbre. Sin embargo, también existe comprensión hacia las demandas laborales, en un país donde los derechos de los trabajadores han sido históricamente un campo de batalla.
Expertos laborales advierten que este conflicto es una muestra palpable de la tensión entre el modelo empresarial pospandemia y las expectativas laborales previas. 'No se trata solo de salarios, sino de un reajuste necesario en las relaciones laborales que la pandemia aceleró y dejó al desnudo', comenta un académico de la Universidad de Chile.
Verdades que emergen y consecuencias a la vista
Este conflicto desnuda la fragilidad de un sector que, aunque estratégico para la conectividad nacional y regional, no ha logrado estabilizar sus condiciones laborales tras la crisis sanitaria. La huelga, lejos de ser un episodio aislado, es síntoma de un cambio estructural en las negociaciones laborales del país.
La prolongación del paro amenaza con profundizar el daño económico a la aerolínea y a miles de pasajeros, pero también abre un debate más amplio sobre el equilibrio entre rentabilidad empresarial y derechos laborales en un Chile que busca reconstruirse.
En definitiva, este enfrentamiento no solo es una disputa salarial: es un espejo de las transformaciones sociales y económicas que el país aún debe enfrentar, con sus protagonistas en un duelo que parece no tener un final cercano, mientras el país observa expectante desde la tierra firme.