
El escenario electoral chileno se ha tensado con la inesperada irrupción de Franco Parisi, fundador y líder del Partido de la Gente (PDG), quien tras obtener un sorpresivo tercer lugar en la primera vuelta presidencial, ha puesto en jaque a los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta: José Antonio Kast y Jeannette Jara.
El 16 de noviembre de 2025, Parisi cosechó 2.552.649 votos, equivalentes al 19,71% del total, una cifra que no sólo sorprendió a las encuestas, sino que también transformó al PDG en un actor clave para la definición del balotaje.
En un gesto poco convencional, Parisi anunció en el matinal "Mucho Gusto" de Mega que invitará formalmente a Kast y Jara a participar en su programa de streaming "Bad Boys", espacio que comparte con Pamela Jiles. La propuesta busca un debate "fraternal y ameno" donde los candidatos puedan confrontar sus ideas ante un público que, hasta ahora, se ha mantenido al margen de las grandes coaliciones políticas.
"Invito formalmente al candidato Kast y a la candidata Jara a que conversemos en el Bad Boys, como lo hicimos la otra vez (...) fraternal, ameno", declaró Parisi.
Pero la estrategia va más allá: tras el debate, el PDG someterá a votación digital a sus adherentes para definir a quién apoyarán en la segunda vuelta, incluyendo la opción de votar nulo o blanco. Esta consulta digital, tradicional en el PDG, refleja la naturaleza democrática interna del partido y su apuesta por la participación directa de sus militantes.
El electorado que Parisi logró captar es complejo y difícil de encasillar: jóvenes, de menor nivel educativo, con un discurso que rechaza la polarización tradicional. Su lema "ni fachos ni comunachos" sintetiza un voto más pragmático que ideológico, que busca soluciones concretas a problemas como la seguridad, la migración y la economía.
Este perfil ha sido el blanco de las campañas de Kast y Jara, quienes buscan seducir a estos dos millones y medio de votos que podrían inclinar la balanza en el balotaje. Sin embargo, ambos candidatos enfrentan críticas desde el PDG y desde la opinión pública sobre la autenticidad de sus ofertas.
Parisi no ha dudado en lanzar reproches a ambos contendores. Al republicano Kast, le reprocha la exhibición de su llamada con el presidente argentino Javier Milei, calificándola de un error que aleja a los votantes por su imagen "muy empaquetada" y poco cercana.
"¿Viste la foto que puso Kast diciendo que estaba hablando con Milei? Eso es como que tu mamá te está diciendo ‘voy a votar por ti’. Obvio que sí. Eso es un error", afirmó Parisi.
En cuanto a Jara, la emplazó a demostrar con acciones concretas su promesa de bajar su sueldo, instándola a formalizarlo "ante notario" para ganar credibilidad.
"Lo que yo quiero ver son las medidas. Ella dijo que se iba a bajar el sueldo. También me la copió Boric. Hágalo ante notario", desafió.
Además, Parisi ha dejado claro que no tiene intención de reunirse ni con Kast ni con Jara, ni de integrarse a un eventual gobierno, enfatizando que su compromiso está con su electorado y con la independencia del PDG.
Rodrigo Vattuone, presidente del PDG, ha sido enfático al señalar que ni el partido ni Parisi son dueños de los votos obtenidos. Destacó que los parlamentarios electos y militantes tienen "opinión propia" y que por ahora no hay voluntad de reunirse con los candidatos del balotaje.
"Tanto la señora Jeannette Jara como José Antonio Kast tienen que realizar la pega. Nosotros en el PDG no somos dueños de esos más de dos millones y medio de votos", afirmó Vattuone.
No obstante, no descartó la realización de una votación digital interna para que los militantes decidan el apoyo, replicando la experiencia de 2021.
Este episodio exhibe la fragmentación y volatilidad del electorado chileno, donde nuevos actores como Parisi irrumpen con fuerza y desafían las lógicas tradicionales. La decisión del PDG de someter a consulta el apoyo en segunda vuelta pone en evidencia un modelo de participación directa que tensiona las estructuras partidarias clásicas.
Para Kast y Jara, el desafío es doble: no solo deben consolidar su base, sino también conquistar a un electorado que se resiste a los discursos polarizados y que exige coherencia y propuestas concretas.
Finalmente, esta disputa revela que el futuro gobierno enfrentará una sociedad diversa, con demandas heterogéneas y con un electorado que no se deja encasillar fácilmente, lo que augura un periodo político donde la negociación y la capacidad para dialogar con distintos sectores serán clave.
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Fuentes: Cooperativa.cl, Diario Financiero, La Tercera, Ex-Ante, declaraciones públicas de Franco Parisi y Rodrigo Vattuone.