
La medición de audiencia televisiva en Chile ha entrado en una etapa de transformación profunda. El lunes 17 de noviembre de 2025, Kantar Ibope Media presentó un nuevo sistema que incorpora dispositivos como el People Meter 7 y el Focal Meter, permitiendo medir el consumo de contenidos en pantallas inteligentes, computadores, tablets y smartphones. Este cambio no solo actualiza la tecnología, sino que refleja una realidad ineludible: la forma en que los chilenos consumen televisión ha cambiado radicalmente.
Hasta ahora, la medición tradicional se basaba en porcentajes y se limitaba a la televisión abierta. Sin embargo, con la digitalización, la audiencia se ha fragmentado y desplazado hacia plataformas digitales, incluso en el mismo televisor, fenómeno que Kantar Ibope detecta con claridad. Según Ignacio Mirchak, Country Leader de Kantar Ibope Media en Chile, 'la forma en que consumimos contenido cambió radicalmente con la digitalización y la medición de audiencia también debía evolucionar'. Este avance permite conocer el alcance real de los contenidos y optimizar la inversión publicitaria, un aspecto crucial para la sostenibilidad económica de los canales.
Desde la perspectiva de los canales tradicionales como Chilevisión, Mega, Canal 13 y TVN, esta nueva medición representa un desafío y una oportunidad. Por un lado, deben adaptarse a un público que ya no es homogéneo ni está atado a horarios fijos; por otro, pueden aprovechar datos más precisos para diseñar estrategias de programación y publicidad más eficientes. La medición ahora abarca un universo de 16,6 millones de personas en las 16 regiones del país, con una representación más precisa y detallada.
En el plano social, esta evolución refleja un cambio cultural en el consumo mediático. La audiencia, especialmente los más jóvenes, prefieren contenidos bajo demanda y multiplataforma, lo que tensiona el modelo tradicional de televisión abierta. Algunos sectores de la sociedad, más conservadores o con menor acceso a internet, mantienen hábitos clásicos, generando una brecha intergeneracional y socioeconómica en el consumo audiovisual.
La industria publicitaria también observa con atención estos cambios. La transición de métricas porcentuales a valores absolutos permite una mejor evaluación del retorno de inversión, pero también exige una adaptación rápida para no perder relevancia en un mercado cada vez más competitivo y fragmentado.
Finalmente, esta transformación tiene implicancias políticas y regulatorias. La autoridad audiovisual deberá considerar nuevas normativas para garantizar la transparencia y equidad en la medición, así como para proteger los derechos de los consumidores en un entorno digitalizado.
En conclusión, la medición del rating en Chile ya no es solo un indicador de popularidad, sino un reflejo de un cambio profundo en el consumo cultural y económico de los medios. La digitalización obliga a canales, anunciantes y reguladores a repensar sus roles y estrategias en un ecosistema audiovisual en constante movimiento. Este proceso, lejos de ser lineal, está marcado por tensiones entre tradición y modernidad, accesibilidad y exclusión, precisión y complejidad, que configuran el nuevo escenario mediático chileno.
2025-11-15