
El 16 de agosto de 2025, un chofer de camión falleció en un accidente ocurrido en la Ruta 5 Norte, a la altura de Quilicura. La tragedia ocurrió cuando uno de los neumáticos del vehículo reventó, provocando que el conductor perdiera el control, impactara la barrera de contención y que la cabina se incendiara, atrapándolo hasta su muerte. Bomberos que acudieron al lugar rescataron el cuerpo, mientras que la investigación quedó a cargo de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Carabineros.
Este episodio, más allá de su crudeza, ha desatado una discusión que trasciende la fatalidad del momento y pone en el centro la seguridad vial y las condiciones laborales de quienes conducen vehículos pesados en Chile.
“El conductor venía transitando por ruta y aparentemente tuvo el percance del reventón de uno de sus neumáticos, lo que provocó la pérdida de control”, explicó el capitán de Carabineros Gonzalo García, apuntando a un accidente causado por un evento técnico inesperado.
Sin embargo, desde los gremios de camioneros y sindicatos se ha cuestionado que este tipo de incidentes no son hechos aislados. “La presión por cumplir horarios y la falta de inspecciones rigurosas contribuyen a que vehículos circulen en condiciones riesgosas”, señaló una vocera del Sindicato Nacional de Conductores Profesionales.
Por su parte, expertos en seguridad vial advierten que el aumento en el flujo de transporte de carga en la Ruta 5 Norte, junto con el envejecimiento del parque vehicular, genera un caldo de cultivo para accidentes graves. “No basta con culpar al conductor; hay que mirar la infraestructura, el mantenimiento y la regulación que permita prevenir estos sucesos”, argumentó un académico de la Universidad de Chile especializado en transporte.
La comunidad de Quilicura y sectores aledaños han expresado preocupación por la frecuencia de accidentes en esta zona, donde el tránsito pesado convive con áreas residenciales y comerciales. “Nos sentimos vulnerables, no sólo por la inseguridad vial sino también por la falta de políticas claras que protejan a peatones y conductores”, comentó una dirigente vecinal.
En respuesta, autoridades metropolitanas han anunciado planes para reforzar controles técnicos a vehículos de carga y mejorar la señalización y barreras de contención en puntos críticos.
Este accidente fatal no es un hecho aislado ni un mero accidente fortuito. La muerte del conductor pone en evidencia la intersección entre condiciones laborales precarias, falta de mantenimiento adecuado y deficiencias en la infraestructura vial. La tragedia obliga a una reflexión profunda sobre cómo se regulan y supervisan los transportes de carga en Chile.
Además, la diversidad de perspectivas —desde autoridades que enfatizan la responsabilidad individual, gremios que denuncian presiones laborales, hasta expertos que llaman a reformas estructurales— revela una realidad compleja y multifacética.
En definitiva, el desafío para el país es transformar esta tragedia en un punto de inflexión que impulse políticas integrales de seguridad vial, mejores condiciones para los trabajadores del transporte y una infraestructura acorde a la demanda actual, evitando que estas muertes se sigan repitiendo en las rutas chilenas.