
El fenómeno electoral de Franco Parisi en las recientes elecciones presidenciales chilenas ha dejado una huella profunda y compleja en el panorama político nacional. El 16 de noviembre de 2025, Parisi logró un inesperado 19,7% de los votos a nivel nacional, posicionándose tercero y desplazando a figuras tradicionales de la derecha y la izquierda. Este resultado, lejos de ser un simple dato, encierra una narrativa de desencanto social, crisis territorial y desafíos políticos que apenas comienzan a desentrañarse.
José Toro, secretario general del PPD, reconoció que "hay que asumir ciertas propuestas de Franco Parisi para la segunda vuelta", evidenciando una apertura pragmática en la centroizquierda para captar a un electorado que no se identifica con los partidos tradicionales. Toro subrayó que los votantes de Parisi son en su mayoría apolíticos, sin una ideología definida entre izquierda y derecha, y que para atraerlos es necesario "hablarles con simpleza y claridad" y presentar medidas concretas que mejoren sus condiciones materiales.
Esta descripción coincide con testimonios recogidos en terreno. En La Pintana, el municipio más humilde de Santiago y uno de los bastiones de Parisi, los vecinos expresan un sentimiento de abandono y marginación. Óscar Hernández, taxista local, afirma que "nos aburrimos de los políticos de siempre... Parisi dice las cosas como son y eso le gusta a la gente que está cabreada en Chile". La Pintana, con altos índices de pobreza, inseguridad y carencias en infraestructura, se convierte en un espejo de las frustraciones acumuladas que Parisi canaliza con su discurso antisistema.
En este territorio, donde Parisi obtuvo un 26,7% de los votos, superando incluso al ultraconservador José Antonio Kast, la política se vive con una tensión palpable. Habitantes como Juan Carlos Espinosa describen su comuna como "marginada por los gobiernos" y estigmatizada socialmente. La precariedad, la inseguridad y la falta de oportunidades son realidades cotidianas que alimentan la desconexión con las élites políticas.
La visita de Jeannette Jara, candidata de la izquierda y favorita en la comuna con un 30,9%, a La Pintana en la recta final de la campaña refleja la conciencia de que ganar este electorado es crucial. Sin embargo, la ausencia de un apoyo explícito de Parisi a alguno de los finalistas —él ha pedido que "se ganen los votos"— añade incertidumbre a la segunda vuelta.
El escenario político se tensiona con la necesidad de captar a los votantes de Parisi, quienes no forman un bloque homogéneo. Toro advierte que "la suma de votos no es lineal y hay pérdidas en segunda vuelta", señalando que no todo el electorado de Parisi migrará automáticamente hacia un candidato. Esta realidad obliga a los partidos tradicionales a repensar sus discursos y propuestas, incorporando demandas que hasta hace poco eran consideradas marginales.
Por otro lado, la fragmentación del voto y la irrupción de figuras como Parisi revelan una crisis profunda de representación y legitimidad en el sistema político chileno. La polarización entre la izquierda y la derecha tradicional se ve desafiada por un electorado que reclama soluciones prácticas y un cambio real, más allá de los discursos ideológicos.
El fenómeno Parisi es mucho más que un resultado electoral: es la expresión de un Chile que sufre desigualdades estructurales, marginación territorial y desconfianza hacia las instituciones. Los datos de La Pintana y otras regiones donde Parisi superó a los candidatos tradicionales evidencian un malestar social que no puede ser ignorado.
Las fuerzas políticas que aspiran a gobernar deberán enfrentar esta realidad con propuestas claras y una comunicación efectiva que reconozca la diversidad y complejidad del electorado. La segunda vuelta no solo será una contienda entre dos candidatos, sino un test para la capacidad del sistema político chileno de adaptarse a una ciudadanía que demanda un cambio profundo.
En definitiva, la irrupción de Parisi y su electorado apolítico desafía los esquemas tradicionales y abre un espacio para repensar la democracia chilena en clave de inclusión, diálogo y reconocimiento de las múltiples voces que componen el país.