Por orden judicial: jóvenes pintan muro que ellos mismos rayaron en Puerto Montt: Un modelo de reparación que reabre el debate sobre el castigo y la reinserción

Por orden judicial: jóvenes pintan muro que ellos mismos rayaron en Puerto Montt: Un modelo de reparación que reabre el debate sobre el castigo y la reinserción
Actualidad
Justicia Tribunales
2025-11-19
Fuentes
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- Responsabilidad directa: los jóvenes reparan el daño causado.

- Política municipal innovadora: apuesta por la reparación en lugar de la sanción tradicional.

- Reacciones divididas: desde respaldo ciudadano hasta críticas sobre eficacia y justicia.

Un muro, una escalera y una sentencia que invita a repensar el castigo. El pasado 19 de septiembre de 2025, dos jóvenes de Puerto Montt cumplieron con una orden judicial que les exigió pintar un muro que ellos mismos habían rayado meses antes, en marzo. Este acto, que podría parecer una anécdota más de vandalismo y justicia, se ha convertido en un símbolo de una política pública que busca reparar el daño directo y recuperar espacios urbanos, pero que también ha desatado un intenso debate sobre los límites y alcances de la justicia restaurativa.

El origen y la evolución de la medida

La Unidad Penal Municipal (UPM) de Puerto Montt, a través del Juzgado de Garantía, optó por suspender condicionalmente el procedimiento penal, siempre y cuando los imputados resarcieran el daño causado. Así, los jóvenes no solo tuvieron que asumir el costo de los implementos para pintar, sino también enfrentaron la tarea de borrar con sus propias manos las huellas de su acción.

Esta no es la primera vez que se aplica esta fórmula en la ciudad. Marcos Emilfork, abogado a cargo de la UPM, explicó que "el que causa el daño lo repara" es una política impulsada por el alcalde Rodrigo Wainraihgt, con el fin de conservar los espacios públicos y devolver seguridad a la comunidad. La escalera Rancagua, epicentro de estos rayados, ha sido intervenida en al menos dos ocasiones bajo esta modalidad.

Perspectivas encontradas: reparación versus sanción

Este enfoque ha recibido aplausos y críticas en igual medida. Desde el sector municipal y parte de la ciudadanía, se valora la iniciativa por promover la responsabilidad directa y la recuperación de la ciudad para sus habitantes. Una vecina del sector señaló: "Es justo que quienes dañan los espacios públicos los reparen, así aprendemos todos".

Sin embargo, desde otras voces, especialmente en ámbitos judiciales y sociales, se advierte que esta medida podría ser insuficiente para disuadir futuras conductas vandálicas o para abordar las causas profundas del fenómeno.

Un experto en criminología consultado señaló que "la reparación material es un paso, pero sin un acompañamiento social o educativo, el riesgo de reincidencia persiste". Además, hay cuestionamientos sobre la equidad: ¿qué pasa con quienes no pueden costear los materiales o no tienen acceso a esta modalidad?

Impacto regional y social

Puerto Montt, como ciudad en crecimiento y con una diversidad social marcada, enfrenta desafíos en la convivencia y el cuidado de sus espacios públicos. La implementación de esta política ha sido vista como un intento por equilibrar la justicia con la reparación, buscando también reducir la carga en tribunales y centros de detención.

No obstante, el debate se extiende a otras comunas y regiones, donde la experiencia de Puerto Montt es observada con interés y cautela.

Conclusiones y verdades emergentes

Este episodio pone en evidencia que la justicia puede transitar caminos distintos a la sanción tradicional, buscando involucrar directamente a los infractores en la reparación del daño. Pero también desnuda tensiones entre la eficacia del castigo, la equidad y la transformación social.

La política municipal de Puerto Montt ha demostrado que es posible innovar en la gestión de conflictos urbanos, aunque no sin generar preguntas sobre su alcance y sostenibilidad. La experiencia invita a reflexionar sobre cómo construir ciudades más justas y seguras, donde la responsabilidad y la reinserción no sean solo palabras, sino prácticas concretas que transforman a quienes dañan y a quienes sufren el daño.

Mientras tanto, el muro de la escalera Rancagua vuelve a lucir limpio, pero la discusión sobre qué hacer con los rayados de la sociedad sigue abierta.