
Un juego de ajedrez político con todos los ojos puestos en Franco Parisi. El tercer lugar sorpresivo en la primera vuelta presidencial del 16 de noviembre de 2025 no solo le otorgó al líder del Partido de la Gente (PDG) un 19,7% de los votos, sino que también lo convirtió en un actor clave para definir el balotaje entre Jeannette Jara (PC) y José Antonio Kast (Republicanos). Parisi obtuvo una bancada de 14 diputados, la más alta en sus tres intentos presidenciales.
Desde su reaparición pública dos días después de la primera vuelta, Parisi ha tomado la iniciativa con una invitación directa a sus dos contendores a participar en su programa de streaming "Bad Boys". El 18 de noviembre, en el matinal "Mucho Gusto", convocó formalmente a Kast y a Jara a debatir sus propuestas en su espacio digital. Esta jugada recuerda su estrategia de 2021, cuando convocó a la contienda presidencial en un formato no convencional, con el objetivo declarado de que sus votantes puedan decidir con mejor información en una consulta digital interna.
Sin embargo, el PDG ha dejado claro que no sellará ningún respaldo antes de una definición institucional, prevista para dentro de diez días tras la eventual visita de los candidatos al programa. En palabras de Rodrigo Vattuone, timonel del PDG, "nuestro compromiso no es con los candidatos, sino con los más de dos millones y medio de votos que recibimos". Esta ambivalencia ha generado tensiones internas, con algunos parlamentarios electos expresando públicamente su preferencia, como el diputado Javier Olivares, quien descartó votar por la izquierda.
Parisi no ha dudado en criticar a ambos candidatos, cuestionando públicamente la foto de Kast con el presidente argentino Javier Milei y señalando la necesidad de compromisos claros por parte de Jara, especialmente en materia salarial.
La candidata oficialista ha mostrado una actitud pragmática para atraer votantes de otras fuerzas. Su comando incorporó dos propuestas emblemáticas de Parisi: la rebaja del IVA a medicamentos y el tope de $5 millones para sueldos de asesores políticos. Estas medidas, confirmadas por sus asesores económicos Nicolás Bohme y Luis Eduardo Escobar, buscan responder a la preocupación ciudadana por el costo de la vida y la modernización del Estado.
Respecto a la invitación a "Bad Boys", Jara confirmó su disposición a asistir, aunque condicionada a la evaluación de su agenda. El 19 de noviembre, en entrevista con ADN Radio, afirmó: "Lo voy a evaluar, a mí me gustaría ir, pero tengo que ver también los temas de agenda". Esta apertura contrasta con la advertencia de Carolina Tohá (PPD), exministra del Interior, quien alertó sobre la capacidad de Parisi para "hacer bailar a todos a su ritmo", señalando que el economista juega en un terreno político donde la manipulación del debate puede debilitar los fundamentos democráticos.
Por su parte, José Antonio Kast mantiene una posición más reservada. Hasta la fecha, no ha confirmado su participación en el programa de Parisi ni ha emitido señales claras de acercamiento. Su campaña, que ha perdido terreno respecto a la elección anterior —pasó de un 27% a un 23% de votación pese al crecimiento del electorado—, enfrenta el desafío de consolidar su base y responder a las maniobras del PDG.
El escenario político chileno se presenta como un coliseo donde cada actor despliega sus estrategias con la mirada atenta de una ciudadanía que busca certezas en medio de la incertidumbre. La disputa no solo gira en torno a quién será presidente, sino también sobre qué tipo de democracia se consolidará en el país.
“No creo que Kast venga con una agenda de desmantelar la democracia, pero sí va a debilitar cosas básicas como la intangibilidad de los derechos humanos y el respeto por el adversario”, advirtió Tohá. En este contexto, la influencia de Parisi se proyecta como un factor disruptivo, capaz de torcer el rumbo de la campaña y desafiar las reglas tradicionales del juego político.
A quince días del balotaje, las certezas son escasas, pero ciertos hechos se consolidan:
- Parisi ha emergido como un árbitro inesperado que no se alinea automáticamente con ninguna de las candidaturas, pero cuya base electoral es codiciada y decisiva.
- La incorporación de propuestas de Parisi al programa de Jara refleja una estrategia de ampliación de base que busca capitalizar el descontento social y económico.
- La advertencia sobre la capacidad de manipulación política y el debilitamiento de valores democráticos plantea un desafío para el debate público y la calidad de la democracia chilena.
En definitiva, el escenario que se despliega no solo es la elección de un presidente, sino la definición del tono y las reglas de la política chilena para los próximos años, con un Parisi que, a pesar de no ser candidato a segunda vuelta, ha logrado imponer su ritmo y su agenda en el coliseo electoral.