La Democracia Cristiana encrucijada: la fractura interna tras apoyar a Jeannette Jara

La Democracia Cristiana encrucijada: la fractura interna tras apoyar a Jeannette Jara
Actualidad
Partidos políticos
2025-11-19
Fuentes
cambio21.cl www.elinformadorchile.cl cambio21.cl www.latercera.com elpais.com www.latercera.com cambio21.cl cambio21.cl cambio21.cl www.latercera.com www.latercera.com cambio21.cl elpais.com

- División histórica en la DC tras respaldar a una candidata comunista.

- Cumbre en Aysén convocada para reconstruir el centro político.

- Líderes emblemáticos enfrentados entre continuidad y ruptura.

La Democracia Cristiana (DC) vive una de sus mayores crisis internas en décadas. El 26 de julio de 2025, su junta nacional decidió respaldar a Jeannette Jara, militante del Partido Comunista, como candidata presidencial, una alianza inédita que quebró la tradicional identidad falangista. Este apoyo, aprobado por un 63% de la junta, no fue unánime y abrió una brecha profunda entre quienes aceptan el giro hacia la izquierda y quienes lo rechazan frontalmente.

A partir de esta decisión, Carlos Gatica, único alcalde DC de una capital regional (Coyhaique), tomó la iniciativa de convocar a una cumbre en Aysén para enero de 2026. El llamado “Encuentro nacional de Humanismo Cristiano” busca reunir a militantes y exmilitantes que se oponen al apoyo a Jara y desean reconstruir un centro político autónomo, desvinculado de proyectos comunistas.

“El centro político no puede seguir diluyéndose ni sometiéndose a proyectos que representan la vereda opuesta de nuestra identidad. Es hora de reformular una propuesta seria, moderna y conectada con las demandas reales del país”, afirmó Gatica en la presentación de la iniciativa.

La convocatoria incluye figuras emblemáticas como el expresidente Eduardo Frei, Soledad Alvear, Ignacio Walker, Alberto Undurraga y otros históricos que han expresado públicamente su descontento con la decisión de la junta nacional. Frei, en su última intervención, lamentó que la DC haya tomado un camino que “traiciona los principios que lo formaron y renuncia al espíritu del humanismo cristiano sólo con fines electorales”.

Desde la perspectiva de quienes apoyan la alianza con Jara, la decisión responde a una necesidad pragmática y estratégica en un escenario político polarizado. Argumentan que la DC debe adaptarse a los nuevos tiempos y buscar espacios de colaboración que permitan incidir en políticas públicas desde la izquierda.

Sin embargo, esta postura ha generado críticas desde regiones y sectores sociales que sienten que la Falange ha perdido su esencia y capacidad de representar un centro político independiente, capaz de dialogar con diversas fuerzas sin someterse a ninguna.

La fractura en la DC no sólo es política, sino también simbólica. El partido, que durante décadas fue un pilar del sistema político chileno, enfrenta ahora una crisis de identidad que pone en duda su rol futuro y su capacidad de cohesión interna.

Este quiebre se inscribe en un contexto más amplio de transformación del espectro político chileno, donde las alianzas tradicionales se desdibujan y aparecen nuevas configuraciones que desafían los viejos moldes.

Conclusiones y consecuencias:

- La DC está en una encrucijada entre mantener su identidad histórica o redefinirse en alianza con fuerzas más a la izquierda.

- La cumbre de Aysén será un punto clave para medir la fuerza de la oposición interna y definir si el centro político logra reorganizarse.

- La disputa interna refleja tensiones más amplias sobre el futuro del sistema político chileno y la representación del centro moderado.

- El desenlace afectará no sólo al partido, sino también al equilibrio político nacional, especialmente en la postulación presidencial y la configuración del Congreso.

Este episodio confirma que la política chilena sigue en movimiento, con fuerzas tradicionales que se reinventan o se fragmentan en busca de nuevos sentidos y espacios. La DC, en particular, enfrenta una prueba de supervivencia que marcará su rumbo para los próximos años.