Falabella enfrenta la disolución familiar y un nuevo mapa accionarial: La apuesta por crecer en medio de la fragmentación

Falabella enfrenta la disolución familiar y un nuevo mapa accionarial: La apuesta por crecer en medio de la fragmentación
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-19
Fuentes
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- Disolución de Dersa S.A.: la sociedad que unía a los siete hermanos Del Río en Falabella llega a su fin.

- Nuevo mapa accionarial: la familia Müller incrementa su participación, buscando presencia en directorio.

- Recuperación financiera y apuesta por la expansión: Falabella proyecta inversiones por US$800 millones en 2026, con foco regional y digital.

Falabella, uno de los conglomerados más emblemáticos de Chile, vive un momento de transformación profunda que va más allá de sus resultados financieros. El 30 de septiembre de 2025 se disolvió Dersa S.A., el vehículo de inversión que durante más de 40 años unió a los siete hermanos Del Río Goudie, quienes en conjunto controlaban un 8,19% de Falabella, equivalente a más de US$1.200 millones. Esta decisión, largamente cocinada y aprobada a fines de 2024, marca el fin de una etapa donde la familia actuaba como un bloque en la propiedad del retailer.

La disolución de Dersa no es solo un trámite societario, sino el reflejo de un proceso natural de fragmentación familiar y empresarial. Con 34 nietos, la tercera generación Del Río se ha atomizado en intereses y proyectos propios. “El valor de nombrar un director en una empresa con propiedad diluida es bajo: el valor de la liquidez es mucho más alto”, comenta un cercano a la familia, explicando que ahora cada hermano podrá disponer libremente de su patrimonio sin ataduras. Esto ocurre en un momento en que el pacto de accionistas que gobernó Falabella desde 2003 expiró el 1 de julio de 2025, dejando a la empresa sin un controlador definido.

Mientras los Del Río se dividen, otro actor gana protagonismo: la familia Müller. En septiembre de 2025, concretaron una compra de acciones por US$52 millones, alcanzando un 5,83% del holding, con una valorización de US$915 millones. La familia Müller, junto a la familia Fürst, que también ha incrementado su participación, suma un paquete cercano al 8,3%, acercándose al umbral estimado para asegurar un asiento en el directorio de Falabella.

Este nuevo mapa accionarial abre interrogantes sobre la gobernanza y la estrategia futura de la empresa. Sin embargo, el gerente general, Alejandro González, mantiene una visión optimista y centrada en la ejecución: “Contamos con bastante apoyo transversal dentro del directorio, salvo algunos matices. Si llegan nuevas personas, vienen para maximizar el valor de Falabella, no para hacer algo diferente.”

En lo financiero, Falabella ha dejado atrás años difíciles. En el primer semestre de 2025, reportó utilidades por $556 mil millones, más que triplicando sus ganancias respecto a 2024. La razón deuda neta sobre Ebitda se redujo a 1,9 veces, acercándose a niveles que podrían permitir recuperar su grado de inversión, perdido en 2023.

Esta recuperación se sustenta en el sólido desempeño de sus cinco unidades de negocio: Falabella Retail, Sodimac, Tottus, Banco Falabella y Mallplaza. Destacan crecimientos de dos dígitos en el retail y avances en eficiencia y rentabilidad en todas las áreas.

Para 2026, la compañía proyecta una inversión cercana a los US$800 millones, con un claro foco en fortalecer su economía digital y expandirse en mercados clave como Perú, Colombia, Chile y México. Alejandro González enfatiza que han recuperado el “hambre de crecer” y buscan abrir nuevas tiendas, potenciar el omnicanal y aprovechar oportunidades regionales.

Este escenario se desarrolla en un contexto donde la competencia se intensifica con la llegada de nuevos jugadores como Mercado Libre y plataformas asiáticas, pero Falabella apuesta por diferenciarse en nichos específicos y una propuesta comercial especializada.

La combinación de una estructura accionarial en mutación, con la disolución del bloque Del Río y la irrupción de nuevos actores, junto a una robusta recuperación financiera y un plan de crecimiento ambicioso, configura un momento definitorio para Falabella. La empresa enfrenta un desafío clásico del mundo corporativo: equilibrar la fragmentación interna con la necesidad de un liderazgo claro y una estrategia coherente para sostener su posición en el competitivo mercado latinoamericano.

En definitiva, Falabella no solo está en la mira por sus números, sino también por cómo navegará este nuevo capítulo de gobernanza y expansión, mientras las familias que la controlan redefinen sus roles y prioridades. La historia sigue abierta, y la próxima elección de directorio en abril de 2026 será un hito clave para observar hacia dónde se inclina la balanza.

Fuentes: Diario Financiero, La Tercera, declaraciones oficiales de Falabella, análisis de mercado y entrevistas con expertos financieros.