La hambruna en Gaza: un conflicto de narrativas y consecuencias visibles

La hambruna en Gaza: un conflicto de narrativas y consecuencias visibles
Internacional
Medio Oriente
2025-11-19
Fuentes
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- Negación y confirmación: Israel y Gaza enfrentados sobre la existencia de una hambruna documentada.

- Impacto humanitario: Miles de muertes, especialmente niños, y bloqueo de alimentos en un territorio asediado.

- Disputa política: Acusaciones cruzadas que revelan un conflicto más allá del terreno, en la arena de la información y la opinión pública.

Un drama humanitario en Gaza ha ido tomando forma desde finales de 2023, cuando comenzaron a documentarse niveles críticos de desnutrición que el Gobierno de la Franja asegura constituyen una hambruna "documentada internacionalmente". Desde octubre de 2023, más de 230 personas han muerto por desnutrición en Gaza, incluyendo a más de un centenar de niños, según informes oficiales. Sin embargo, el Estado de Israel rechaza esta caracterización y atribuye estas muertes a enfermedades crónicas preexistentes, negando que exista una hambruna como tal.

El origen de esta tragedia es inseparable de la prolongada ofensiva militar y el bloqueo impuesto por Israel, que ha restringido severamente la entrada de alimentos y medicamentos. El ejército israelí ha prohibido la entrada a Gaza de más de 430 productos alimenticios, desde carnes y pescados hasta frutas y verduras congeladas. En paralelo, ataques directos a infraestructuras de alimentación comunitaria han dejado inutilizadas 44 cocinas y 57 puntos de distribución de alimentos.

En este escenario, la administración de Hamas ha denunciado que Israel realiza una campaña de desinformación para negar la hambruna, calificando estas acciones como un "intento desesperado y fútil de cubrir un crimen documentado internacionalmente". Por su parte, el brazo militar israelí encargado de los asuntos civiles en los territorios palestinos ha cuestionado los datos de Gaza, afirmando que las muertes atribuidas a la desnutrición corresponden mayoritariamente a pacientes con enfermedades crónicas que deterioraron su salud por causas no relacionadas con la alimentación.

Este choque de narrativas no solo refleja la guerra en el terreno, sino también una batalla por la legitimidad y la opinión pública internacional. Zaher al Waheidi, director de la unidad de Sanidad de Gaza, afirmó: "Desde el comienzo de la guerra, Israel ha estado poniendo en duda las cifras y los datos y no dejará de hacerlo. Esta duda no negará el hecho de que Gaza está sufriendo una verdadera hambruna".

Desde la perspectiva internacional, organismos como el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han corroborado en sus informes la gravedad de la crisis alimentaria en Gaza, advirtiendo que la población está al borde de una catástrofe humanitaria.

El bloqueo y la insuficiencia de ayuda son palpables. A pesar de que la ONU ha señalado que se necesitan entre 500 y 600 camiones diarios para abastecer a Gaza, las autoridades israelíes han permitido un promedio de 270 camiones diarios en las últimas semanas. Esta cifra está lejos de cubrir las necesidades básicas de casi dos millones de habitantes, quienes sufren las consecuencias acumuladas de años de conflicto.

Las voces desde Gaza, Israel y la comunidad internacional se enfrentan en un escenario donde la verdad se fragmenta y la población civil es la principal víctima. Para algunos sectores israelíes, la restricción es una medida de seguridad necesaria para limitar el poder militar de Hamas. Para la población gazatí y sus defensores, es un castigo colectivo que viola derechos humanos fundamentales.

Las consecuencias de este conflicto alimentario se extienden más allá de la salud inmediata. La desnutrición masiva afecta la capacidad de recuperación social, la estabilidad política y la posibilidad de avanzar hacia una solución pacífica.

En definitiva, lo que emerge es una tragedia humana cuya dimensión completa solo puede comprenderse desde múltiples ángulos: el político, el humanitario y el informativo. La disputa entre Israel y Gaza sobre la existencia y gravedad de la hambruna revela también la dificultad de separar hechos de propaganda en un conflicto donde la narrativa es arma y escudo.

Verdades y consecuencias claras:
- La población de Gaza enfrenta una crisis alimentaria severa, con impactos documentados por organismos internacionales.
- La negación israelí de la hambruna no elimina el bloqueo ni la restricción del acceso a alimentos y medicinas.
- La disputa en torno a las cifras y causas de mortalidad muestra cómo la guerra se extiende al terreno de la información.
- La falta de acceso adecuado a alimentos y atención médica profundiza un sufrimiento que podría evitarse.

Este episodio pone en evidencia la urgencia de un enfoque humanitario que priorice la vida sobre las disputas políticas y la importancia de que la comunidad internacional mantenga una vigilancia crítica y comprometida con la verdad y la dignidad humana.