Trump y la expulsión de personas sin hogar en Washington DC: un conflicto que desnudó tensiones políticas y sociales

Trump y la expulsión de personas sin hogar en Washington DC: un conflicto que desnudó tensiones políticas y sociales
Internacional
Estados Unidos
2025-11-19
Fuentes
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- Choque frontal entre la Casa Blanca y autoridades locales por la gestión de la población sin hogar.

- Disputa política que refleja la polarización entre republicanos y demócratas.

- Impacto social y humano que evidenció la complejidad de abordar la crisis habitacional y la seguridad pública.

En agosto de 2025, el expresidente Donald Trump lanzó una ofensiva pública contra las personas sin hogar en Washington DC, exigiendo su expulsión inmediata de la capital estadounidense. El 11 de agosto, a través de sus redes sociales, Trump afirmó que los sin techo debían ser trasladados “lejos de la capital” y prometió “lugares para quedarse”, pero fuera del distrito. Este anuncio no solo encendió una polémica inmediata, sino que desató un choque frontal entre la administración federal y las autoridades locales, encabezadas por la alcaldesa Muriel Bowser, demócrata, quien rechazó la comparación que Trump hizo de la ciudad con Bagdad y defendió la gestión local en materia de seguridad y derechos sociales.

El contexto y la escalada

Washington DC, con una población estimada en 700 mil habitantes, enfrentaba en 2025 una crisis compleja: cerca de 3.782 personas sin hogar, de las cuales unas 800 vivían en las calles. La ciudad había experimentado un aumento en ciertos delitos violentos durante años, aunque las cifras globales de delitos violentos habían bajado a niveles históricos bajos en la última década, según datos federales.

Trump, por su parte, desplegó agentes federales de diversas agencias —Policía de Parques, DEA, FBI y Alguaciles— para reforzar la seguridad local, lo que generó tensiones debido a la jurisdicción limitada del gobierno federal en el distrito. Además, amenazó con tomar control del Departamento de Policía Metropolitana, algo que la alcaldesa Bowser calificó como legalmente inviable en el contexto actual.

Perspectivas en pugna

Desde la óptica republicana y de Trump, la situación era un problema de orden público que requería mano dura y desplazamiento inmediato de las personas sin hogar, a quienes se les ofrecía reubicaciones en campamentos periféricos. “Los Sin Techo tienen que mudarse, INMEDIATAMENTE”, escribió Trump, diferenciando entre “criminales” que debían ir a la cárcel y los sin hogar, que debían ser alejados de la capital.

En contraste, la administración local y organizaciones sociales denunciaron que esta postura criminalizaba la pobreza y desatendía las causas estructurales de la falta de vivienda. La alcaldesa Bowser sostuvo que “no estamos experimentando un repunte de la delincuencia” y calificó de “hiperbólica y falsa” la comparación con un país en guerra. Community Partnership, una ONG que trabaja con personas sin hogar, advirtió que la solución no podía ser expulsar a quienes ya viven en condiciones precarias.

Repercusiones y consecuencias visibles

Este episodio evidenció la profunda fractura política entre la Casa Blanca y las autoridades locales, reflejo de la polarización nacional estadounidense. También puso en primer plano la dificultad de abordar la crisis de personas sin hogar desde una perspectiva que combine seguridad, derechos humanos y políticas sociales.

El despliegue de agentes federales y la amenaza de intervención directa en la policía local generaron debates legales y políticos que aún persisten, con demandas y audiencias en tribunales federales. Para la ciudadanía, este choque significó un aumento en la tensión social y un cuestionamiento sobre el uso del poder federal en asuntos locales.

Verdades y conclusiones

La crisis de personas sin hogar en Washington DC no puede reducirse a un problema de orden público ni solucionarse con medidas coercitivas unilaterales. La experiencia de 2025 mostró que las respuestas simplistas, como la expulsión inmediata, alimentan la polarización y no abordan las causas profundas: falta de viviendas asequibles, problemas de salud mental, y desigualdad estructural.

El enfrentamiento entre Trump y la alcaldesa Bowser fue más que un choque político; fue un espejo de cómo Estados Unidos enfrenta sus dilemas sociales con enfoques contrapuestos, donde la seguridad y la dignidad humana a menudo parecen irreconciliables.

En definitiva, la historia dejó claro que cualquier solución sostenible debe ser integral, respetuosa de los derechos humanos, y construida con diálogo entre todos los actores involucrados, no con imposiciones desde el poder central.

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Fuentes: BBC News Mundo, Reuters, declaraciones oficiales de la Alcaldesa Muriel Bowser, informes de Community Partnership.