La ONU exige a Israel poner fin a la ocupación de Gaza: El dilema humanitario que desgarra al mundo

La ONU exige a Israel poner fin a la ocupación de Gaza: El dilema humanitario que desgarra al mundo
Internacional
Medio Oriente
2025-11-20
Fuentes
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- Exigencia internacional clara para detener la ocupación de Gaza.

- Impacto humanitario masivo con desplazamientos y crímenes denunciados.

- Choque de narrativas entre seguridad israelí y derechos palestinos.

El 8 de agosto de 2025, la comunidad internacional observó con creciente alarma cómo la crisis en Gaza alcanzaba un punto crítico. El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, emitió un llamado urgente a Israel para que detuviera la operación militar destinada a ocupar la ciudad de Gaza, que alberga a aproximadamente 800.000 palestinos. Esta exigencia no solo se fundamenta en el rechazo al avance militar, sino también en la profunda preocupación por las consecuencias humanitarias que esta acción podría desencadenar.

Un conflicto con raíces y ramificaciones

Este episodio es parte de un conflicto largo y complejo, donde la ocupación y el control territorial han sido fuente constante de tensión. La operación anunciada por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu busca consolidar el control sobre Gaza, en un intento por neutralizar amenazas de grupos armados palestinos. Sin embargo, esta medida ha sido interpretada por la ONU y diversas organizaciones internacionales como una violación directa a resoluciones previas y al dictamen de la Corte Internacional de Justicia, que exige el fin de la ocupación.

Voces enfrentadas: seguridad versus derechos humanos

Desde el lado israelí, el discurso oficial enfatiza la necesidad de garantizar la seguridad nacional y proteger a sus ciudadanos de ataques y secuestros, un argumento que resuena fuertemente en sectores conservadores y en la opinión pública nacional. “No podemos ceder ante el terrorismo y debemos actuar con firmeza para asegurar la paz a largo plazo,” afirmó un portavoz del gobierno israelí.

En contraparte, organizaciones de derechos humanos y gobiernos de diversas regiones expresan su condena. Volker Turk advirtió sobre un “desplazamiento forzado masivo” y un aumento de crímenes atroces que podrían marcar un antes y un después en la tragedia de Gaza. Esta perspectiva encuentra eco en movimientos sociales y académicos que denuncian la persistencia de una política que perpetúa sufrimiento y exclusión.

La ciudadanía palestina: entre el miedo y la resistencia

En Gaza, la población vive una realidad fragmentada, donde el miedo se entrelaza con la esperanza de una solución justa. Testimonios recopilados por organizaciones independientes muestran un panorama de desesperanza, pero también de resistencia cultural y social frente a la adversidad. “Nos enfrentamos a la destrucción de nuestros hogares y vidas, pero no renunciaremos a nuestra dignidad,” relata una líder comunitaria local.

Consecuencias y lecciones para el futuro

A tres meses de la exigencia de la ONU, el escenario en Gaza sigue siendo volátil. La ocupación ha generado un aumento en el desplazamiento interno y un agravamiento de la crisis humanitaria, con acceso restringido a alimentos, agua y medicinas. Las tensiones políticas entre actores regionales e internacionales se han intensificado, complicando cualquier intento de diálogo.

Esta situación revela la dificultad de equilibrar seguridad y derechos humanos en un conflicto prolongado. La exigencia de detener la operación militar no solo es un llamado a cesar la violencia, sino también una invitación a repensar estrategias que prioricen la vida y la dignidad de las personas.

En definitiva, la demanda de la ONU refleja una verdad ineludible: sin justicia y respeto a los derechos fundamentales, la paz seguirá siendo esquiva en Gaza y en toda la región. La tragedia que se despliega ante los ojos del mundo no es solo un choque militar, sino un desafío moral que interpela a gobiernos, organizaciones y ciudadanos a actuar con humanidad y visión de largo plazo.