
En los últimos meses, Wall Street ha mostrado signos fluctuantes de recuperación, pero la sombra de nuevas amenazas arancelarias y la compleja geopolítica global han limitado una consolidación firme del mercado. El 6 de agosto de 2025, los futuros de Wall Street recortaron avances ante la amenaza de aranceles estadounidenses a productos farmacéuticos y semiconductores, una medida que, aunque escalonada, genera incertidumbre en sectores clave. Esta dinámica se suma a la tensión por la posible imposición de sanciones económicas relacionadas con el conflicto en Ucrania, que afectan especialmente a China e India, principales compradores de petróleo ruso.
Desde la perspectiva política, el mercado observa con atención la transición en la Reserva Federal tras la renuncia sorpresiva de Adriana Kugler, cuyo reemplazo podría inclinar la balanza hacia una política monetaria más agresiva en recortes de tasas. El presidente Trump anunció una lista de cuatro candidatos para el cargo, lo que añade un ingrediente más a la volatilidad financiera.
Las bolsas occidentales, aunque muestran avances tímidos, reflejan la cautela de inversionistas ante un escenario donde las negociaciones comerciales y las decisiones políticas parecen dictar el rumbo más que los indicadores económicos. Por ejemplo, el 26 de septiembre de 2025, Wall Street y el IPSA reaccionaron positivamente a datos estables de inflación en Estados Unidos, anticipando posibles recortes de tasas por parte de la Fed. Sin embargo, este optimismo se ve contrarrestado por el anuncio de nuevos aranceles y la incertidumbre sobre su aplicación y alcance.
Desde el prisma regional, Chile experimenta un impacto indirecto pero palpable. El cobre, uno de sus principales productos de exportación, ha oscilado en precios, influenciado por las tensiones comerciales y el desempeño de la economía china. En octubre de 2025, el cobre cotizaba alrededor de US$5,04 la libra, con altibajos vinculados a estas tensiones. Empresas mineras y exportadoras han manifestado preocupación, pues la volatilidad dificulta la planificación estratégica y la inversión.
Las voces en el espectro político chileno divergen: algunos sectores llaman a una mayor diversificación económica para reducir la dependencia de mercados externos, mientras otros enfatizan la necesidad de fortalecer las relaciones comerciales y diplomáticas para mitigar riesgos.
En el plano social, la incertidumbre económica se traduce en cautela entre consumidores y empresarios, afectando decisiones de gasto e inversión. Expertos en economía señalan que la persistencia de esta incertidumbre podría ralentizar la recuperación económica post-pandemia y post-crisis global.
En conclusión, la combinación de amenazas arancelarias, conflictos geopolíticos y cambios en la política monetaria estadounidense conforman un escenario donde la recuperación de Wall Street y, por extensión, de mercados emergentes como Chile, enfrenta un desafío complejo. La volatilidad y la incertidumbre parecen ser las únicas certezas, obligando a inversionistas y autoridades a navegar en un mar de variables en constante cambio.