
Un nuevo capítulo en la guerra de Ucrania se ha abierto con la revelación de una propuesta de paz impulsada por Estados Unidos que exige a Kiev ceder territorio y reducir su ejército a la mitad. Esta iniciativa, conocida el 19 de noviembre de 2025, coincide con uno de los ataques más letales en el oeste ucraniano, donde un bombardeo ruso en Ternópil dejó 26 muertos, incluidos tres niños, y 92 heridos.
Desde el inicio del conflicto en 2022, el equilibrio en el terreno ha sido frágil y marcado por la violencia constante. Rusia controla cerca de una quinta parte del territorio ucraniano, incluyendo la anexión no reconocida internacionalmente de Crimea y cuatro regiones del este y sur de Ucrania. La propuesta estadounidense, que contempla el reconocimiento formal de estas anexiones y una reducción drástica del ejército ucraniano a 400.000 efectivos, ha sido recibida con rechazo por Kiev, que la considera una capitulación inaceptable.
Desde Washington, el plan se presenta como una oportunidad para terminar la guerra, aunque con una ambigüedad notable sobre qué concesiones recibirá Ucrania a cambio. Una fuente anónima vinculada a la negociación admitió a AFP que no está claro si esta propuesta proviene directamente del entorno del expresidente Trump, lo que añade incertidumbre a su legitimidad y respaldo político.
En Kiev, la reacción ha sido de firme rechazo. El gobierno ucraniano insiste en que ceder territorio bajo presión equivale a rendirse ante la agresión rusa, una postura que refleja un sentimiento nacionalista y el costo humano acumulado tras casi cuatro años de guerra. La visita del presidente Volodimir Zelenski a Turquía, que buscaba reactivar negociaciones, terminó sin avances concretos y estuvo marcada por la ausencia de representantes rusos y estadounidenses clave.
En Moscú, la narrativa oficial sigue siendo la de un conflicto justificado y una guerra defensiva contra la expansión occidental, con la anexión de territorios presentada como un hecho consumado y no negociable.
El bombardeo en Ternópil es un recordatorio brutal de la persistencia de la violencia. Los ataques rusos han destruido infraestructuras civiles y energéticas, afectando gravemente a la población, que sufre además la llegada del invierno boreal. La intensidad de los ataques ha sido denunciada por líderes internacionales, como el canciller alemán Friedrich Merz, quien calificó la ofensiva como una "guerra de terror contra la población civil".
La propuesta estadounidense, además de generar controversia política, ha profundizado las divisiones en Europa. Algunos países, como Hungría, han mostrado reticencias a seguir apoyando económicamente a Ucrania, especialmente tras escándalos de corrupción que han golpeado al gobierno de Zelenski, lo que Moscú ha utilizado para cuestionar la legitimidad del apoyo occidental.
La propuesta de paz de EE.UU. evidencia un cambio en la estrategia internacional: se busca un acuerdo que acepte la realidad territorial impuesta por Rusia, aunque a costa de la soberanía ucraniana y la integridad de su defensa. Este giro refleja la fatiga y la complejidad del conflicto, pero también abre interrogantes sobre la viabilidad de una paz duradera basada en concesiones territoriales.
Para Ucrania, rechazar esta propuesta significa continuar una guerra que desgasta recursos y vidas, pero aceptar podría ser interpretado como una derrota política y moral. Para Rusia, la presión internacional y los costos económicos internos no han logrado revertir su control territorial, pero la resistencia ucraniana y el apoyo occidental mantienen el conflicto vivo.
En el escenario global, la iniciativa estadounidense ha puesto en evidencia la falta de consenso y la dificultad para encontrar una solución que satisfaga a todas las partes, mientras la población civil sigue siendo la principal víctima.
En definitiva, la guerra en Ucrania continúa siendo una tragedia en desarrollo, donde las decisiones políticas y militares se entrelazan con la desesperanza y la resiliencia de un pueblo atrapado en un conflicto que redefine las fronteras y las alianzas internacionales.