
El drama en Torres del Paine se consumó el pasado lunes 17 de noviembre cuando un grupo de nueve turistas extranjeros quedó extraviado en el exigente circuito O, uno de los senderos más emblemáticos y desafiantes del parque nacional. Cinco de ellos fallecieron a causa de hipotermia, mientras que cuatro lograron ser rescatados con vida. La Fiscalía Regional de Magallanes y Antártica Chilena confirmó esta causa de muerte tras una investigación preliminar que mantiene abiertas todas las hipótesis sobre la dinámica de los hechos.
Este episodio ha puesto en el centro del debate la gestión de la seguridad y los protocolos de emergencia en uno de los destinos turísticos más visitados de Chile, donde la naturaleza implacable convive con la creciente afluencia de visitantes internacionales.
### Diversas voces, un mismo escenario
Desde el punto de vista institucional, el fiscal regional Cristián Crisosto ha adelantado que se citará a declarar al director de CONAF, responsable de la administración del parque, así como a representantes de la empresa Vértice, encargada del acompañamiento y logística en el área. 'No estamos descartando ninguna hipótesis investigativa', afirmó el fiscal, subrayando la necesidad de reconstruir con precisión la secuencia de eventos.
Por su parte, desde CONAF se ha reconocido la dificultad de operar en condiciones climáticas extremas, pero también se han comprometido a revisar y fortalecer los protocolos de seguridad y señalización. Sin embargo, algunas voces críticas dentro de la comunidad de guías y operadores turísticos han señalado que existe una falta de coordinación efectiva y recursos insuficientes para monitorear a los excursionistas en tiempo real.
### El impacto regional y social
La tragedia ha sacudido a la región de Magallanes, donde el turismo es un motor económico clave. Habitantes locales y trabajadores del sector expresan una mezcla de dolor y preocupación: 'Esto nos recuerda que la naturaleza aquí no perdona y que debemos ser más rigurosos con la seguridad', comenta un guía experimentado de Puerto Natales.
Al mismo tiempo, familiares y compatriotas de las víctimas, provenientes de México, Reino Unido y Alemania, han demandado una investigación exhaustiva y transparencia en la gestión del rescate.
### Reflexiones y consecuencias
Este episodio revela, una vez más, la tensión entre la promoción turística y la protección de la vida humana en territorios remotos y hostiles. La hipotermia como causa de muerte evidencia la vulnerabilidad ante cambios súbitos del clima y la importancia de contar con información precisa, señalización adecuada y equipos de emergencia preparados.
Las autoridades enfrentan ahora el desafío de equilibrar la apertura del parque con medidas que prevengan futuras tragedias, mientras que la sociedad debe reflexionar sobre los límites del turismo de aventura y la responsabilidad compartida entre visitantes, operadores y el Estado.
En definitiva, la tragedia en Torres del Paine no solo es un golpe al corazón de la Patagonia, sino un llamado urgente a repensar cómo convivimos con la naturaleza extrema y cómo protegemos a quienes se atreven a desafiarla. La investigación continúa, pero las lecciones ya son visibles y deben guiar las acciones futuras.