
En medio de un escenario político convulsionado, la Unión Demócrata Independiente (UDI) ha reafirmado su respaldo firme y sin ambigüedades a la candidatura presidencial de Evelyn Matthei, consolidándose como el último bastión de unidad en un bloque de centroderecha que se desangra hacia José Antonio Kast.
El 2 de agosto de 2025, la UDI emitió una declaración pública donde aseguró que Matthei es "la única candidata capaz de convocar a la inmensa mayoría de chilenos que, en 2022, dijeron 'Rechazo' a un mal camino constitucional". Este pronunciamiento no solo ratifica un compromiso político, sino que también es un llamado a la unidad frente a la fragmentación que amenaza con debilitar a Chile Vamos.
Desde semanas antes, diversas figuras de Renovación Nacional (RN) y otros sectores han mostrado simpatías crecientes por José Antonio Kast, candidato de Republicanos. Este fenómeno ha generado tensiones internas, evidenciadas en declaraciones públicas y movimientos estratégicos que ponen en jaque la cohesión del bloque opositor.
El diputado Andrés Celis (RN) fue explícito al plantear la posibilidad de que Matthei retire su candidatura si no logra remontar en las encuestas, sugiriendo que Kast podría ser la carta más competitiva para enfrentar a la izquierda. "Una lista única significa ser realista en política, y si Kast está mejor aspectado, él debiera ser el candidato del sector", afirmó en Radio Universo.
Por su parte, Matthei denunció una campaña negativa orquestada desde Republicanos, que calificó como 'asquerosa', aunque finalmente desistió de presentar una querella judicial, una señal que algunos interpretan como un intento de evitar una fractura mayor.
Para la UDI, el adversario no está dentro del propio sector, sino en la izquierda representada por el Partido Comunista y el Frente Amplio, así como en la continuidad del actual gobierno, al que califican de "desastroso". Por ello, insisten en que "no hay espacio para ambigüedades ni cálculos pequeños" y hacen un llamado a todas las fuerzas de oposición a entender la urgencia de la unidad.
Este posicionamiento refleja una visión estratégica que prioriza la cohesión y el orden, buscando evitar que la dispersión electoral beneficie a la centroizquierda o a los sectores más radicales.
En regiones, la división en la derecha ha generado incertidumbre entre los electores tradicionales, muchos de los cuales se sienten desconcertados por la falta de una candidatura unificada. Líderes locales han expresado preocupación por la potencial pérdida de espacios políticos y el debilitamiento de las alianzas territoriales.
Socialmente, este pulso ha reavivado el debate sobre la identidad y el rumbo de la derecha chilena en la era post-plebiscito, evidenciando una tensión entre la moderación y el conservadurismo más duro.
A tres meses de las elecciones presidenciales, la derecha chilena enfrenta una encrucijada que puede definir su futuro político inmediato. La UDI mantiene una postura inquebrantable en defensa de Matthei, pero la fuga hacia Kast evidencia una crisis interna que podría fragmentar el voto y facilitar una victoria de la izquierda.
La estrategia de unidad, por tanto, no solo es un llamado retórico, sino una necesidad práctica para evitar el desgaste electoral. Sin embargo, la profundidad de las diferencias y la competencia por el liderazgo muestran que esa unidad no será fácil ni inmediata.
Este escenario invita a los ciudadanos y analistas a observar con atención cómo se resuelve esta disputa, que no solo es una batalla electoral, sino un reflejo de las tensiones ideológicas y estratégicas que atraviesan la derecha chilena en un momento decisivo para el país.
---
Fuentes: Declaración pública de UDI (2 de agosto, 2025), entrevistas a diputados RN, análisis de medios nacionales y seguimiento de encuestas electorales recientes.