Rescate en El Teniente: La lucha contra el tiempo y la incertidumbre en la mina atrapada

Rescate en El Teniente: La lucha contra el tiempo y la incertidumbre en la mina atrapada
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-20
Fuentes
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Rescate prolongado, estrategias divergentes y voces enfrentadas en el corazón del yacimiento El Teniente.

En un escenario que recuerda la tensión de un coliseo, cinco mineros permanecen atrapados en el nivel Teniente 7 del yacimiento Andesita, en El Teniente, enfrentando una odisea que ha durado meses y que pone a prueba tanto la capacidad técnica como la voluntad humana.

Desde principios de agosto de 2025, cuando un sismo de magnitud significativa sacudió la zona, se activaron las labores de rescate. La empresa estatal Codelco diseñó dos planes de acción: el plan A, que consiste en avanzar por la galería colapsada, y el plan B, que intentaba acceder por vías alternativas como chimeneas de ventilación. Sin embargo, tras explorar estas últimas con drones, se descartó esta opción por el colapso en el acceso.

“Hemos avanzado 20 metros y restan 70 para llegar al posible refugio donde podrían estar los trabajadores”, explicó Andrés Music, gerente general de la división El Teniente. El ritmo de avance, de entre 15 y 20 metros diarios, ha convertido la operación en una carrera contra el tiempo, agravada por la complejidad geológica y la seguridad del equipo.

Este proceso ha desatado múltiples perspectivas y tensiones que se exhiben sin filtros. Por un lado, desde el gobierno y Codelco se insiste en la transparencia y el compromiso con la seguridad, resaltando el esfuerzo técnico y la estabilidad sísmica actual como factores que permiten avanzar.

Por otro, las familias de los mineros y organizaciones sociales han expresado frustración y desconfianza, cuestionando la velocidad del rescate y la comunicación oficial. “Cada día sin noticias claras es un día de angustia y desesperanza para nosotros”, declaró un familiar en una reciente manifestación frente a las oficinas de Codelco.

En el plano político, la situación ha reabierto debates sobre la seguridad en la minería chilena y la gestión de riesgos en empresas estatales. Sectores críticos apuntan a la necesidad de reformas estructurales que vayan más allá de la emergencia, mientras que defensores del modelo actual llaman a la prudencia y a no politizar una tragedia humana.

Regionalmente, la comunidad de Rancagua y las localidades aledañas han mostrado un apoyo masivo a los equipos de rescate, pero también han manifestado inquietudes por el impacto económico y social que una crisis prolongada puede desencadenar.

Finalmente, expertos en minería y seguridad laboral han aportado análisis que muestran la dificultad técnica del rescate, destacando que el frente de inversión de camiones donde se cree están los mineros es un espacio estrecho y con alta complejidad geológica, lo que limita las opciones y explica la lentitud.

Este episodio desnuda verdades incómodas: la minería chilena, pilar económico del país, sigue enfrentando riesgos que no siempre son visibles hasta que la tragedia golpea. El rescate en El Teniente no solo es una operación técnica, sino un espejo donde se reflejan las tensiones entre el desarrollo económico, la seguridad laboral y la gestión estatal.

Las consecuencias visibles ya se extienden más allá de la mina: un país que observa, espera y reflexiona sobre las prioridades y límites de su industria más emblemática.

La historia de estos cinco mineros atrapados es, en definitiva, un desafío para todos. La verdad, con sus luces y sombras, se construye día a día en cada metro avanzado hacia su posible liberación.