
Un informe que sacudió la política estadounidense
El 2 de agosto de 2025, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) publicó un reporte que reveló la creación de apenas 73.000 puestos de trabajo en julio, muy por debajo de los 109.000 esperados. Este dato no solo sorprendió a los analistas, sino que detonó una reacción en cadena que terminó con la destitución de Erika McEntarfer, jefa de la BLS, por parte del presidente Donald Trump.
“Necesitamos cifras precisas”, declaró Trump en redes sociales, acusando a McEntarfer de haber 'manipulado' las cifras para perjudicar su imagen y la de su partido. La decisión fue inédita y rápidamente polarizó el debate político y mediático.
Perspectivas enfrentadas: entre política y economía
Desde el ala republicana, el despido se defendió como una medida necesaria para restaurar la confianza en los datos oficiales, señalando que la BLS debía contar con un liderazgo “más competente y cualificado”. Por otro lado, la oposición, representada por figuras como Chuck Schumer, líder de la minoría en el Senado, denunció la acción como un intento de “matar al mensajero” y de politizar las estadísticas para beneficio electoral.
Los economistas independientes, en tanto, subrayan que el informe reflejaba una desaceleración real en la creación de empleo, con revisiones a la baja en los meses anteriores que totalizan 250.000 puestos menos de lo inicialmente reportado. Esta tendencia, dicen, responde a factores estructurales y coyunturales que no pueden ser ignorados.
Voces ciudadanas y el mercado laboral: incertidumbre y desconfianza
En las calles y en los foros digitales, la reacción fue de preocupación y escepticismo. Trabajadores y empleadores expresaron dudas sobre la transparencia de las cifras y la influencia política en su divulgación. “Si los datos no son confiables, ¿cómo podemos planificar nuestro futuro?”, preguntaba una usuaria en Twitter.
Esta crisis de confianza no solo afecta la percepción pública, sino que tiene consecuencias tangibles en los mercados financieros y en las políticas económicas a seguir, especialmente en un año electoral donde cada indicador cobra un peso político adicional.
Lecciones y consecuencias visibles a tres meses
A la distancia, la destitución de McEntarfer ha dejado en evidencia la fragilidad institucional cuando la política invade espacios técnicos. La politización de los datos estadísticos erosiona la confianza ciudadana y puede distorsionar la toma de decisiones económicas y sociales.
Además, la desaceleración en la creación de empleo, confirmada por múltiples fuentes y análisis independientes, señala desafíos estructurales que van más allá de la coyuntura política: cambios en la industria, automatización y tensiones comerciales internacionales.
Los datos revisados y las múltiples fuentes coinciden en que la economía estadounidense enfrenta un enfriamiento que no se puede disimular con cambios en la dirección de la BLS.
En definitiva, el episodio es un recordatorio de que la transparencia y la independencia de las instituciones técnicas son pilares fundamentales para la salud democrática y económica. Mientras tanto, la sociedad estadounidense observa con atención cómo se desarrollan las próximas semanas, conscientes de que la verdad de los números es tan crucial como las interpretaciones políticas que de ellos se hagan.
2025-11-12
2025-11-12