Tragedia en El Teniente: Seis mineros fallecidos y una herida abierta para la minería chilena

Tragedia en El Teniente: Seis mineros fallecidos y una herida abierta para la minería chilena
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-20
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- Derrumbe fatal en la mina El Teniente que cobró la vida de seis trabajadores.

- Multas y denuncias previas a la empresa contratista Gardilcic por incumplimientos en seguridad.

- Investigaciones y tensiones entre autoridades, empresa y familias afectadas.

Un derrumbe en la mina El Teniente, ocurrida el 31 de julio de 2025, dejó seis mineros muertos y marcó un antes y un después en la historia reciente de la minería chilena. El accidente se produjo tras un sismo inducido de magnitud 4.2 ML que afectó el sector Andesita, a 500 metros de profundidad, colapsando galerías y atrapando a cinco trabajadores que finalmente fallecieron.

Desde aquel fatídico día, la conmoción se extendió desde la comunidad minera de Rancagua hasta el Congreso Nacional, donde el Senado rindió homenaje a los fallecidos con un minuto de silencio el 5 de agosto. Los cuerpos fueron entregados entre el 4 y 5 de agosto, con funerales masivos y velatorios que evidenciaron el dolor de las familias y la comunidad.

Contradicciones y denuncias

La empresa contratista Constructora Gardilcic, empleadora de cinco de las víctimas, se encuentra en el centro de la polémica. Registros de la Dirección del Trabajo revelan que Gardilcic acumulaba 18 multas en los últimos cinco años, varias por incumplimientos en seguridad laboral. En particular, una sanción de junio de 2025 por no proteger adecuadamente la vida y salud de sus trabajadores, relacionada con fallas en la comunicación operativa durante maniobras con manipuladores telescópicos, pone en entredicho la cultura de seguridad de la empresa.

Juan Gajardo, representante sindical, denunció que días antes del derrumbe, los trabajadores escucharon ruidos inusuales que podrían haber anticipado el colapso, pero fueron ignorados por supervisores. Esta denuncia apunta a una posible negligencia que habría contribuido a la tragedia.

Rescate, investigaciones y responsabilidades

La operación de rescate, detallada por Codelco, se basó en dos vías: el uso de equipos telecomandados para remover escombros y la exploración con drones a través de piques mineros. El presidente de Codelco, Máximo Pacheco, enfatizó que la seguridad nunca se transa, incluso en emergencias. Sin embargo, la tragedia expuso las limitaciones y riesgos de la minería subterránea en un contexto de sismicidad inducida.

Las investigaciones están en curso, con participación del Ministerio Público, Sernageomin y la Dirección del Trabajo. El fiscal regional, Aquiles Cubillos, confirmó que se están recopilando testimonios y documentos, incluyendo correos internos donde sindicatos alertaron sobre problemas previos. La ministra de Minería, Aurora Williams, podría ser citada, y Codelco deberá entregar su versión ante la Comisión de Minería del Congreso.

Voces en pugna y perspectivas encontradas

Las autoridades gubernamentales han expresado condolencias y compromiso con la investigación, pero han recibido críticas por la gestión y la falta de respuestas claras a las familias. Por otro lado, Codelco y Gardilcic enfrentan cuestionamientos sobre sus protocolos y cultura de seguridad.

Desde el mundo sindical y familiar, la sensación es de abandono y frustración ante la percepción de que las señales de alerta fueron desoídas. En contraste, los expertos en geología y minería subterránea destacan que los sismos inducidos son un riesgo conocido, pero cuya gestión requiere mayor rigurosidad y actualización constante.

Constataciones y consecuencias

Esta tragedia pone en evidencia varias verdades incómodas: la minería chilena sigue enfrentando riesgos inherentes a su actividad, pero también se ve afectada por falencias en la supervisión y cumplimiento de normas de seguridad, en particular en empresas contratistas. El historial de multas y reclamos contra Gardilcic no fue suficiente para evitar un desenlace fatal.

Además, la gestión de la crisis mostró tensiones entre la urgencia del rescate, la necesidad de respetar protocolos estrictos y la demanda de transparencia y apoyo de las familias. La investigación judicial y administrativa será clave para determinar responsabilidades y sentar precedentes.

Finalmente, esta tragedia invita a un debate más profundo sobre la seguridad laboral, la fiscalización efectiva y la protección de la vida en uno de los sectores más estratégicos para Chile. La memoria de Carlos Arancibia, Alex Araya, Paulo Marín, Jean Miranda, Gonzalo Núñez y Moisés Pavez debe ser un llamado a la acción para evitar que se repitan tragedias similares.