La intención de emprender cae a su nivel más bajo desde 2010: un espejo de la precariedad laboral en Chile

La intención de emprender cae a su nivel más bajo desde 2010: un espejo de la precariedad laboral en Chile
Economía
Trabajo y Empleo
2025-11-21
Fuentes
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- Caída histórica en la intención de emprender desde 2010.

- Miedo al fracaso y emprendimiento por necesidad dominan el escenario.

- Innovación en retroceso y barreras persistentes para sectores vulnerables.

Un descenso que duele: en 2024, la intención de emprender en Chile tocó su punto más bajo desde 2010, según el Reporte Nacional Global Entrepreneurship Chile (GEM) presentado en julio. Esta caída no es un dato aislado, sino el reflejo de una realidad socioeconómica que se ha ido consolidando en medio de un mercado laboral cada vez más precario y una economía que no logra despegar en materia de innovación.

El informe, desarrollado por investigadores de la Universidad del Desarrollo, revela que los emprendedores enfrentan un alto miedo al fracaso y una creciente dificultad para iniciar negocios. Más aún, el emprendimiento por necesidad —es decir, la creación de empresas como respuesta a la falta de empleo— se impone sobre el emprendimiento por oportunidad, especialmente entre las mujeres.

Voces en pugna

"La creación de puestos laborales no explica esta caída, porque la tasa de desempleo aumentó", señaló Gina Ocqueteau, presidenta del directorio de SQM, quien advierte que la elección entre empleo tradicional y emprendimiento no es tan simple.
Por su parte, Pablo Zamora, presidente de Fundación Chile, contextualiza esta tendencia dentro de un escenario internacional marcado por la incertidumbre: "En momentos complejos, la gente busca certezas y evita riesgos como innovar". Esta explicación conecta con el hecho de que la innovación en productos y procesos ha retrocedido en comparación con 2023, especialmente en emprendimientos ligados a la subsistencia.

Sin embargo, Jorge Cheyre, presidente de la Asociación de Emprendedores, lanza una advertencia más crítica: "El emprendimiento por necesidad es problemático porque no impulsa la productividad ni la creación de empresas innovadoras". Para él, Chile debe avanzar en eliminar barreras regulatorias y acercar el conocimiento universitario al ecosistema emprendedor para revertir esta tendencia.

Entre la esperanza y la realidad

Aunque un 70% de la población cree tener capacidades para emprender, el miedo al fracaso paraliza a la mitad de los encuestados. Esta paradoja se refleja en que, pese a que el emprendimiento es valorado socialmente como opción de carrera (71%), la mayoría de los negocios generados son de bajo impacto en términos de empleo: uno de cada cinco emprendedores se autoemplea sin contratar personal.

Además, el informe señala una concentración de emprendedores con altos niveles educativos y de ingreso, dejando en evidencia las persistentes barreras para los sectores más vulnerables.

Consecuencias y desafíos

Este diagnóstico obliga a mirar más allá del dato inmediato. La caída en la intención de emprender no solo es síntoma de un mercado laboral deteriorado, sino también un llamado urgente a repensar las políticas públicas. Como apunta Zamora, no todo emprendimiento puede ni debe ser financiable con capital de riesgo; se requiere una política más inteligente y focalizada que reconozca la diversidad del ecosistema.

Por último, Cheyre insiste en que la educación debe reformarse para fomentar el pensamiento crítico desde etapas tempranas, base indispensable para que Chile pueda generar emprendimientos verdaderamente innovadores y con impacto.

Constataciones finales

La intención de emprender en Chile está en su punto más bajo en 15 años, marcado por un miedo al fracaso que paraliza a muchos y un entorno que premia la estabilidad sobre la innovación. La predominancia del emprendimiento por necesidad refleja un mercado laboral que no ofrece alternativas dignas, particularmente para las mujeres y sectores vulnerables.

Las voces expertas coinciden en que este escenario no es producto de una sola causa, sino de un entramado complejo que incluye incertidumbre internacional, barreras regulatorias, falta de integración entre conocimiento y negocio, y un sistema educativo que aún no promueve la creatividad y el pensamiento crítico necesarios.

Chile se encuentra en una encrucijada: seguir permitiendo que la precariedad laboral impulse emprendimientos de subsistencia o apostar por un ecosistema que fomente la innovación, la inclusión y la estabilidad laboral. La respuesta a esta disyuntiva marcará el rumbo del país en los próximos años.