
Un lanzamiento aéreo que no aterriza en la esperanza. Desde julio de 2025, Israel autorizó el lanzamiento de ayuda humanitaria en paracaídas sobre la Franja de Gaza, un territorio asediado desde marzo por un bloqueo que ha provocado una crisis alimentaria y sanitaria sin precedentes. Sin embargo, esta medida, que en principio buscaba aliviar la hambruna, ha desatado una polémica que pone en jaque la moralidad, la eficacia y el control de la ayuda internacional.
La ayuda no llega por carretera, el método más seguro y eficiente, debido a restricciones militares impuestas por Israel. En respuesta, el ejército israelí decidió retomar los lanzamientos aéreos, coordinados con países como Jordania y Emiratos Árabes Unidos, pero excluyendo a las agencias tradicionales de la ONU y a las ONG humanitarias más reconocidas, como Premiére Urgence Internationale, que calificaron esta operación como una "farsa".
Elsa Softic, directora adjunta de operaciones de Premiére Urgence Internationale, denunció: "Un lanzamiento aéreo no es un avión que aterriza en un aeropuerto para que podamos recoger la carga. Son paquetes lanzados al azar, que llegan aplastados o incluso pueden causar muertes". En efecto, al menos cinco palestinos han muerto por accidentes relacionados con estos lanzamientos, y otros han fallecido ahogados intentando recuperar paquetes caídos al mar.
La ONU, a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA), alertó que casi un tercio de la población de Gaza lleva días sin comer y la malnutrición afecta a 90.000 mujeres y niños. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, calificó la situación como "una crisis moral que desafía la conciencia mundial" y criticó la falta de compasión e inacción de la comunidad internacional.
"Los niños dicen que quieren ir al paraíso porque allí al menos hay comida", afirmó Guterres, subrayando la desesperación que atraviesa la población.
Por otro lado, Israel y sus aliados defienden la medida como una forma de garantizar el ingreso de ayuda bajo estricta supervisión, argumentando que la seguridad nacional impide la libre circulación por carretera. En este contexto, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), con apoyo de Israel y Estados Unidos, ha tomado el control de la distribución, lo que ha sido duramente cuestionado por organismos internacionales por supuesta "militarización de la ayuda humanitaria".
Este control ha reducido los puntos de entrega de 400 a solo cuatro, lo que ha limitado severamente el acceso a alimentos y medicinas. Desde el 27 de mayo, más de 1.000 palestinos han muerto intentando obtener ayuda, según denuncias de la ONU.
Esta tragedia se desarrolla en un escenario donde las voces se enfrentan sin conciliación: por un lado, la comunidad internacional y las ONG que exigen el fin del bloqueo y un acceso humanitario sin restricciones; por otro, Israel y sus aliados que priorizan la seguridad y el control estricto de la ayuda.
La población civil, atrapada en medio de esta disputa, sufre las consecuencias más severas: hambre, desnutrición, muerte y desesperanza.
Conclusiones que emergen tras meses de bloqueo y lanzamientos aéreos:
- La ayuda humanitaria en Gaza sigue siendo insuficiente y peligrosamente administrada, con un alto costo humano.
- La exclusión de las agencias tradicionales y la militarización de la ayuda han generado desconfianza y cuestionamientos éticos.
- La crisis alimentaria ha alcanzado niveles catastróficos, reflejando no solo un fracaso logístico, sino también una crisis moral global.
- La comunidad internacional enfrenta un dilema entre la seguridad nacional y el respeto a los derechos humanos fundamentales.
Este episodio desnuda la complejidad de un conflicto donde la ayuda humanitaria se convierte en campo de batalla, y donde las vidas de miles de civiles dependen de decisiones políticas y militares que trascienden la urgencia inmediata. La tragedia en Gaza no solo es una historia de hambre y muerte, sino también de las tensiones y contradicciones que desafían la ética y la solidaridad global en tiempos de guerra.
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Fuentes: Agencia France Presse, Premiére Urgence Internationale, Programa Mundial de Alimentos, declaraciones de Antonio Guterres, reportes de la Fundación Humanitaria de Gaza.