El hambre en Gaza desata una crisis humanitaria global: la guerra que no termina con un alto al fuego

El hambre en Gaza desata una crisis humanitaria global: la guerra que no termina con un alto al fuego
Internacional
América Latina
2025-11-21
Fuentes
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- Hambruna masiva que ya ha cobrado más de un centenar de vidas en Gaza.

- Bloqueo y restricciones que impiden el ingreso efectivo de ayuda humanitaria.

- Choque de narrativas entre Israel, la comunidad internacional y actores palestinos.

Un clamor mundial que llegó con demora. Desde marzo de 2025, Gaza vive un asedio que ha llevado a una crisis humanitaria sin precedentes, con más de 111 personas, en su mayoría niños, fallecidas por inanición. La situación, denunciada con creciente urgencia por organizaciones internacionales, ha puesto en el centro del debate global no sólo la guerra en sí, sino las consecuencias del bloqueo y la gestión de la ayuda humanitaria.

En el epicentro de esta tragedia, la población gazatí enfrenta una encrucijada mortal: la escasez de alimentos y la inseguridad en los puntos de distribución, donde más de mil personas han sido víctimas de disparos durante la búsqueda de ayuda. Este sombrío panorama ha motivado un coro de voces internacionales que exigen un cese inmediato de hostilidades y la apertura de corredores humanitarios.

Perspectivas enfrentadas: un tablero geopolítico fracturado
El gobierno israelí sostiene que hay cerca de 950 camiones con ayuda esperando para ingresar a Gaza, acusando a Hamas de utilizar la crisis para reforzar su poder. Esta narrativa busca justificar el bloqueo como medida de seguridad para evitar el contrabando de armas.

Por otro lado, organizaciones como Amnesty International, Save the Children y Caritas, junto a más de 100 actores humanitarios, denuncian que la ayuda está bloqueada de facto y que la población se está muriendo de hambre bajo una política deliberada. Bushra Khalidi, de Oxfam, afirma: “No es un fallo humanitario, es una política intencional.”

En el plano político, países europeos como Francia y representantes de la Unión Europea han condenado abiertamente la responsabilidad israelí en el agravamiento de la crisis, mientras que la diplomacia estadounidense intenta mediar para lograr una tregua que permita aliviar la situación.

El impacto regional y social: voces desde Gaza y el mundo árabe
En Gaza, la desesperación se palpa en cada rincón. Más de 600 mil personas sufren malnutrición, incluyendo 60 mil mujeres embarazadas. Los relatos de padres que hierven hojas para alimentar a sus hijos o de trabajadores humanitarios que queman su ropa para cocinar son testimonios que estremecen y que han sido verificados por agencias como Reuters y la ONU.

Desde Túnez, el presidente Kais Said mostró imágenes impactantes al enviado estadounidense, evidenciando que la crisis alimentaria ha trascendido el conflicto bélico para convertirse en una catástrofe humanitaria regional.

¿Qué se puede concluir tras meses de bloqueo y violencia?
La evidencia apunta a que la prolongación del conflicto y el bloqueo han convertido a Gaza en un territorio asediado donde la guerra no sólo se libra en el campo de batalla, sino en la supervivencia diaria de su gente.

La comunidad internacional enfrenta una disonancia cognitiva profunda: la necesidad urgente de detener el sufrimiento frente a la complejidad política y de seguridad que impide acciones concretas y efectivas.

Lo que está claro es que la crisis de hambre en Gaza no es un accidente ni un daño colateral, sino el resultado de decisiones políticas y militares que han priorizado la seguridad sobre la vida. Este escenario obliga a repensar las estrategias de mediación y a exigir responsabilidad a todos los actores involucrados.

Mientras tanto, la población gazatí continúa pagando con su vida el costo de una guerra que no encuentra tregua, y el mundo observa, dividido y paralizado, ante un drama que ya no puede esperar.