Amazon reduce plantilla y acelera automatización: la apuesta que redefine el empleo tecnológico

Amazon reduce plantilla y acelera automatización: la apuesta que redefine el empleo tecnológico
Economía
Empresas y Negocios
2025-11-21
Fuentes
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- Despidos masivos de 30.000 empleados corporativos en Amazon.

- Inversión récord de US$125.000 millones en inteligencia artificial y automatización.

- Debate global sobre el impacto laboral y social de la robotización en la era de la IA.

En un movimiento que ha sacudido a la industria tecnológica y al mercado laboral global, Amazon anunció en octubre de 2025 el mayor recorte de empleo en su historia, afectando a cerca de 30.000 trabajadores de sus oficinas corporativas, casi un 10% de esa plantilla. Esta decisión se inscribe en una estrategia más amplia que busca transformar radicalmente la operación de la empresa a través de la automatización y la inteligencia artificial (IA).

A pesar de reportar ingresos récord de US$21.187 millones en su último trimestre, con un crecimiento del 38% impulsado por su negocio en la nube AWS, Amazon optó por reducir su fuerza laboral para agilizar su estructura organizacional y potenciar la inversión en tecnologías avanzadas. Según Andy Jassy, CEO de la compañía, la apuesta es destinar más de US$125.000 millones en 2025 a la IA, incluyendo la expansión de centros de datos, plantas energéticas y desarrollo de algoritmos propios como su chip Trainium2, que ha experimentado un crecimiento trimestral del 150%.

La automatización, en particular, se ha convertido en el eje central de esta transformación. Amazon planea automatizar hasta el 75% de sus operaciones logísticas, con la intención de reemplazar hasta 600.000 empleos en EE.UU. para 2033, a través de una flota de robots y sistemas de IA que ya igualan en número a sus empleados humanos. El modelo piloto en su centro logístico de Shreveport, Luisiana, ha reducido la necesidad de mano de obra en un 25%, combinando plataformas robóticas avanzadas y sistemas de visión artificial para acelerar procesos y disminuir costos.

Esta revolución tecnológica ha abierto un intenso debate entre expertos, trabajadores y voces sociales. Por un lado, figuras como el economista Daron Acemoglu advierten que Amazon se convertirá en "un destructor neto de puestos de trabajo" debido a su fuerte incentivo para optimizar la automatización, lo que podría profundizar la precarización laboral y aumentar la desigualdad. Estudios previos del MIT indican que cada robot añadido por cada mil trabajadores reduce en promedio un 0,42% los salarios, un efecto que ya se ha sentido en sectores vinculados a la logística y el comercio.

Por otro lado, Amazon defiende que la automatización permitirá reinvertir en nuevas funciones y especializaciones, además de mantener una plantilla estable en EE.UU. y contratar 250.000 trabajadores temporales para la temporada navideña de 2025. La empresa insiste en que la tecnología avanzada "amplificará" el trabajo humano y mejorará la seguridad y productividad, aunque evita usar términos como "automatización" o "inteligencia artificial" en sus comunicaciones internas para mitigar riesgos reputacionales.

"Debemos recordar que el mundo está cambiando rápidamente. Esta generación de IA es la tecnología más transformadora que hemos visto desde internet", afirmó Beth Galetti, vicepresidenta de Experiencia del Personal y Tecnología de Amazon, en medio de las críticas por los despidos.

La reacción de los trabajadores ha sido crítica. Organizaciones como Amazon Labour Unit denuncian condiciones precarias en las plantas, con agotamiento físico, riesgos laborales y una gestión que prioriza la productividad sobre la salud de los empleados. La ausencia de representación sindical en la empresa dificulta la negociación colectiva y agrava la sensación de vulnerabilidad.

Este fenómeno no es exclusivo de Amazon. En 2025, gigantes tecnológicos como Intel, Microsoft, Meta y Google también han anunciado recortes masivos, reflejando una tendencia global donde la inteligencia artificial y la robotización empiezan a redefinir el mercado laboral, especialmente en empleos de cuello blanco y tareas repetitivas.

Simultáneamente, Amazon cerró un acuerdo histórico de US$38 mil millones con Amazon Web Services para asegurar capacidad informática y competir con rivales como OpenAI y Microsoft, consolidando su posición en la carrera por la IA.

La combinación de estos factores plantea preguntas urgentes sobre el futuro del empleo, la regulación tecnológica y la justicia social. Mientras la automatización promete eficiencia y crecimiento económico, también desafía los modelos laborales tradicionales y la estabilidad de millones de trabajadores.

En conclusión, la apuesta de Amazon por la inteligencia artificial y la automatización representa un punto de inflexión en la industria tecnológica y en la economía global. Es un desafío para gobiernos, sindicatos y sociedad civil encontrar mecanismos que equilibren innovación y protección laboral, evitando que el progreso tecnológico se traduzca en exclusión y desigualdad. La historia de esta transformación apenas comienza, y sus consecuencias ya empiezan a dibujar un nuevo mapa del trabajo en el siglo XXI.