Jara refuerza su comando y busca distanciarse de Boric en la campaña presidencial: un desafío entre aliados y adversarios

Jara refuerza su comando y busca distanciarse de Boric en la campaña presidencial: un desafío entre aliados y adversarios
Actualidad
Política
2025-11-21
Fuentes
www.latercera.com elpais.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com cooperativa.cl www.latercera.com www.latercera.com cambio21.cl www.dw.com www.latercera.com www.ex-ante.cl www.latercera.com

- Renuncia clave y reestructuración: salida de Darío Quiroga y nombramientos estratégicos.

- Distancia con Boric: Jara pide que el presidente no intervenga en la campaña.

- Tensión interna y externa: voces críticas desde la izquierda y ataques de la derecha radical.

El 21 de noviembre de 2025 se consolidaron cambios decisivos en la campaña presidencial de Jeannette Jara, candidata del oficialismo y la Democracia Cristiana (DC), tras la renuncia de su jefe estratégico Darío Quiroga y la incorporación de figuras clave como la senadora Paulina Vodanovic como jefa de campaña y Francisco Vidal como vocero. Esta reestructuración busca fortalecer un despliegue territorial que abarque desde Arica hasta Magallanes, con encargados regionales que representen la diversidad política y geográfica del país.

Sin embargo, la campaña de Jara se enfrenta a un desafío mayor: la necesidad de marcar distancia con el actual presidente Gabriel Boric, cuya baja aprobación y protagonismo en el debate público han generado ruido y distracción. “El presidente y el Gobierno deben dedicarse a gobernar”, afirmó Jara, subrayando su intención de evitar que la figura presidencial interfiera en su carrera hacia La Moneda.

Esta postura encuentra eco en sectores académicos y políticos. La académica Carmen Le Foulon advierte que Jara carga con el rechazo a un Gobierno debilitado, mientras el periodista Ascanio Cavallo señala que el bajo resultado electoral de la candidata es también un juicio a la gestión de Boric, quien ha tenido un papel inédito en la campaña, incluso eclipsando a su propia compañera de partido.

En paralelo, la derecha radical y conservadora, liderada por José Antonio Kast, ha capitalizado esta relación para construir su narrativa: “Jeannette Jara es Gabriel Boric”, ha repetido Kast, buscando consolidar su base electoral. Kast, que obtuvo un 23,9% en primera vuelta y cuenta con el respaldo de las tres derechas, ha intensificado su discurso crítico contra el Gobierno, acusándolo de fracaso y falta de legado.

Dentro del oficialismo, el senador Ricardo Lagos Weber reconoció públicamente que la intervención de Boric en la campaña genera distracción y consume energía comunicacional, un síntoma de las tensiones internas que atraviesa la izquierda. Por su parte, el sociólogo Alfredo Joignant considera que un triunfo de Jara requeriría un fenómeno extraordinario, dada la fragmentación y el desgaste del sector.

En este contexto, la candidata ha tomado decisiones concretas para fortalecer su propuesta y acercarse a los votantes indecisos, especialmente aquellos que apoyaron al populista Franco Parisi. Entre ellas, destaca el anuncio de un tope salarial para funcionarios de confianza política en su futuro gobierno, fijado en $5 millones brutos, una medida que busca responder a demandas ciudadanas de austeridad y transparencia.

“Al que crea que eso no es suficiente para él y que hay que hacer una excepción, le digo desde ya que ni siquiera piense en postularse”, advirtió Jara, marcando una línea clara frente a prácticas anteriores.

La campaña también ha recibido el apoyo de figuras políticas relevantes, como alcaldes y gobernadores de distintas regiones, y ha incorporado a expertos en economía y comunicación para robustecer su estrategia.

No obstante, la relación con Boric sigue siendo un punto sensible. Mientras el presidente ha protagonizado debates públicos con Kast, defendiendo políticas sociales y criticando recortes fiscales anunciados por la derecha, su protagonismo ha generado incomodidad en el comando de Jara, que busca una campaña más autónoma.

En el escenario político, voces como la del exministro Pablo Longueira interpretan los resultados electorales como un cambio cultural profundo, con la izquierda enfrentando la peor derrota política y cultural en décadas, y una derecha que aspira a construir una coalición amplia para gobernar.

En definitiva, la campaña de Jara se desarrolla en un terreno complejo, donde la reconfiguración interna busca responder a un adversario fuerte y a un electorado fragmentado, mientras la distancia con Boric refleja las tensiones de una izquierda que intenta renovar su liderazgo y su relato en un Chile que se prepara para una elección decisiva.

Fuentes: La Tercera, El País Chile, análisis de académicos y politólogos nacionales.