
Un duelo que se afina y polariza. Desde julio de 2025, la contienda presidencial chilena ha mostrado una dinámica que va más allá de simples cifras: Jeannette Jara, la candidata del pacto Unidad por Chile, se mantiene firme en el primer lugar con un 29% de preferencias espontáneas, según la encuesta Criteria. Sin embargo, José Antonio Kast, del Partido Republicano, ha escalado cinco puntos, alcanzando un 27%, acercándose peligrosamente al liderazgo y consolidando su base electoral.
Un escenario fragmentado en la derecha. Evelyn Matthei, representante de Chile Vamos, ha visto disminuir su respaldo al 17%, lo que refleja una fractura dentro del electorado tradicional de derecha. Este fenómeno no solo altera las estrategias de campaña, sino que también plantea interrogantes sobre la capacidad de la derecha para unirse frente a un avance del republicanismo más duro y conservador.
Perspectivas políticas en tensión. Desde la centroizquierda, la estabilidad en las preferencias por Jara se interpreta como un respaldo a su perfil progresista, aunque con limitaciones evidentes para imponerse en una segunda vuelta. “Jara lidera, pero no logra consolidar una ventaja suficiente para evitar un balotaje difícil”, advierte un analista político consultado por este medio. En la derecha, la suba de Kast es celebrada como una recuperación de fuerza, mientras que para sectores moderados representa una amenaza que podría dividir aún más al electorado.
Voces ciudadanas y regionales. En regiones del norte y sur, donde el republicanismo ha ganado terreno, se percibe una adhesión creciente a Kast, vinculada a discursos de seguridad y orden. En contraste, en la zona central y metropolitana, Jara conserva su base en sectores urbanos y populares, donde su agenda social resuena con mayor fuerza. Matthei, en tanto, enfrenta críticas tanto de su derecha como de su centro, lo que la deja en una posición incómoda.
El tablero electoral y sus consecuencias. Los datos de segunda vuelta son claros: Jara pierde frente a Kast (34% contra 47%) y también frente a Matthei (34% contra 40%). Además, un alto porcentaje de electores (entre 19% y 26%) manifiesta intención de votar nulo o blanco, un reflejo de desencanto que podría ser decisivo. Este escenario plantea un desafío para la estabilidad política y la gobernabilidad futura, con un electorado fragmentado y polarizado.
Conclusiones y aprendizajes. La contienda presidencial chilena no solo es una disputa entre candidatos, sino un reflejo de las tensiones sociales y políticas que atraviesan al país. El liderazgo de Jara, aunque sólido, no es suficiente para garantizar un triunfo en segunda vuelta. El avance de Kast representa un giro hacia la derecha más dura, mientras que la caída de Matthei evidencia la crisis de la derecha tradicional. La fragmentación del voto y el aumento de indecisos o nulos anuncian un proceso electoral incierto, que podría redefinir el mapa político chileno en los próximos años.
Este análisis se basa en la encuesta publicada el 20 de julio de 2025 por Criteria, recogida y contrastada con múltiples fuentes y voces regionales y nacionales para ofrecer una visión completa y profunda del escenario electoral actual.
2025-11-11