
Un duelo que no cede terreno. Desde julio de 2025, la contienda por La Moneda ha mostrado un giro que sacude los cimientos del escenario político chileno. La encuesta de Criteria publicada el 20 de julio reveló un aumento significativo de José Antonio Kast, quien escaló del 22% al 27% de preferencia, acercándose peligrosamente a Jeannette Jara, que se mantuvo estable en 29%. Esta cercanía no solo refleja una competencia reñida, sino que desnuda las fracturas sociales y políticas que atraviesan el país.
Desde la derecha, el avance de Kast ha sido interpretado como un reflejo del descontento con la actual administración y una búsqueda de alternativas más firmes en materia económica y seguridad. “El aumento en la preferencia por Kast indica un sector del electorado que reclama orden y estabilidad, ante la percepción de incertidumbre que genera el oficialismo”, señala el analista político Rodrigo Aravena.
Sin embargo, esta lectura no es unánime. Desde sectores progresistas, se advierte que el crecimiento del candidato republicano puede potenciar tensiones y polarizar aún más el debate público. “Este fenómeno es síntoma de una sociedad que no ha logrado canalizar sus demandas en reformas efectivas y que teme retrocesos en derechos sociales”, argumenta la académica María Paz González.
Por su parte, Jeannette Jara mantiene un apoyo estable, pero sin capacidad para ampliar su ventaja. Su 29% en la encuesta refleja un núcleo duro de respaldo, pero también una dificultad para seducir a votantes indecisos o desencantados. La caída consecutiva de Evelyn Matthei y el estancamiento de otros candidatos muestran que la polarización se concentra en estos dos polos.
Desde el oficialismo, se reconoce la necesidad de reactivar la agenda social y económica para evitar un desgaste mayor. “Mantener la primera posición es un logro, pero la política debe traducirse en hechos concretos que mejoren la calidad de vida de la gente”, admite un cercano colaborador de Jara.
En regiones, la percepción sobre esta contienda es diversa. En el norte, donde los desafíos en seguridad y empleo son apremiantes, el discurso de Kast resuena con fuerza, mientras que en el sur, las demandas sociales y medioambientales mantienen un apoyo más sólido hacia Jara.
Ciudadanos consultados expresan una mezcla de esperanza y preocupación. “Queremos cambios, pero tememos que el país se divida aún más”, dice Ana María, profesora de Valparaíso. “Es hora de elegir con conciencia, no con miedo”, agrega Esteban, joven emprendedor de Concepción.
Tras meses de maduración de esta historia, se puede afirmar que la elección presidencial de 2025 no será un mero trámite electoral, sino un verdadero termómetro de la salud democrática chilena. La estrecha competencia entre Kast y Jara refleja una sociedad fragmentada, donde las certezas se diluyen y los temores se amplifican.
Los datos de Criteria evidencian que casi la mitad del electorado podría optar por Kast en un balotaje, mientras que Jara debe consolidar su base y ampliar su alcance para evitar sorpresas. Este escenario plantea desafíos para ambos candidatos: gobernar un país dividido y responder a demandas sociales complejas sin caer en la polarización extrema.
Finalmente, la ciudadanía chilena se encuentra en un momento decisivo, donde la reflexión crítica y el diálogo informado serán herramientas indispensables para navegar la tormenta política que se avecina.
2025-11-11