
Un domingo cualquiera en Chile se convierte en un escenario donde los canales tradicionales de televisión abierta compiten por la atención de millones. El 13 de julio de 2025, Kantar Ibope Media reveló una medición que no solo actualiza cifras, sino que también redefine cómo se entiende el consumo televisivo en el país.
La medición incorporó por primera vez el People Meter 7 y el Focal Meter, dispositivos que permiten captar no solo la audiencia frente a los televisores, sino también en pantallas inteligentes, computadores, tablets y smartphones. Ignacio Mirchak, Country Leader de Kantar Ibope Media Chile, explicó: "La forma en que consumimos contenido cambió radicalmente con la digitalización y la medición de audiencia también debía evolucionar". Este avance es crucial para entender que el rating ya no es solo un porcentaje, sino un valor absoluto que refleja la cantidad real de espectadores.
En esta jornada, los pesos pesados de la televisión abierta —Chilevisión, Mega, Canal 13 y TVN— se enfrentaron en una batalla por la preferencia del público. Los programas más vistos mostraron cómo las audiencias se distribuyen según formatos: desde matinales y noticieros hasta teleseries y espacios de conversación y entretenimiento. La competencia no solo es un reflejo de gustos, sino un termómetro de las estrategias editoriales y comerciales de cada canal.
Desde una perspectiva política y social, esta medición tiene implicancias más profundas. La diversificación de plataformas y la fragmentación de audiencias plantean desafíos para la cohesión cultural y el rol de los medios tradicionales en la construcción de espacios públicos. Algunos analistas advierten que la migración hacia plataformas digitales puede profundizar la segmentación social y generacional, mientras que otros ven en esta evolución una oportunidad para democratizar el acceso a contenidos variados.
En regiones, la medición que abarca las 16 zonas del país permite una representación más fiel del consumo televisivo, pero también expone desigualdades en acceso y preferencias que reflejan las particularidades locales. Por ejemplo, ciertos programas con fuerte arraigo regional ganan terreno, mientras que otros pierden relevancia fuera de la capital.
En definitiva, la nueva metodología de rating no solo cambia números, sino que obliga a repensar el ecosistema mediático chileno en su conjunto. La inversión publicitaria, la programación y las decisiones estratégicas de los canales se ven afectadas por esta lectura más precisa y amplia del público.
Queda claro que el viejo modelo de audiencia está en transición, y con él, la manera en que Chile se informa, entretiene y se representa a sí mismo en la pantalla. La batalla del domingo 13 de julio es solo un capítulo de esta historia en evolución, donde cada espectador, desde Arica a Punta Arenas, juega un rol silencioso pero decisivo.
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Fuentes consultadas: Kantar Ibope Media Chile, declaraciones oficiales, análisis de medios nacionales y expertos en comunicación social.