
En medio de un clima político que se asemeja a una arena donde se enfrentan gladiadores con visiones irreconciliables, Jeannette Jara, exministra del Trabajo y candidata del Partido Comunista, se ha posicionado como la favorita en las últimas encuestas presidenciales publicadas en julio de 2025. Según el sondeo Plaza Pública Cadem, Jara lidera la preferencia espontánea con un 28%, superando a figuras como José Antonio Kast (23%) y Evelyn Matthei (9%).
Este ascenso no es casual ni lineal. Proviene de una victoria contundente en las primarias del oficialismo, donde derrotó a figuras establecidas como Carolina Tohá y Gonzalo Winter. Sin embargo, el escenario electoral que se dibuja es un terreno de confrontación donde la polarización se hace evidente.
"Jara representa un proyecto político que apuesta por la inclusión y la defensa de los derechos sociales, con énfasis en la diversidad y el bienestar", señalan analistas de la centroizquierda. En el sondeo, ella lidera atributos como la "tolerancia frente a la diversidad", la cercanía con las personas y la simpatía.
Por otro lado, los sectores conservadores y de derecha destacan a Kast por su "autoridad y liderazgo" y su capacidad para enfrentar problemas como la inmigración y la delincuencia, aspectos que preocupan a un sector significativo del electorado. Kast encabeza en esas áreas, consolidando su base electoral.
Evelyn Matthei, aunque rezagada en las encuestas, sigue siendo una carta fuerte para Chile Vamos, con un apoyo que ronda el 14% en primera vuelta y que podría ser decisivo en un balotaje.
Las simulaciones de segunda vuelta muestran un panorama dividido: Kast supera a Matthei (37% vs 31%), Matthei supera a Jara (42% vs 37%) y Kast también aventaja a Jara (47% vs 36%). Estos números revelan que, aunque Jara lidera en primera vuelta, su camino hacia La Moneda está lejos de ser seguro.
Además, la expectativa ciudadana sobre quién será el próximo presidente favorece a Kast (35%) por sobre Jara (30%) y Matthei (12%), lo que indica que la percepción pública aún mantiene reservas sobre la capacidad de Jara para ganar en la segunda vuelta.
En regiones, la recepción a Jara y Kast varía notablemente. En el norte, la preocupación por la inmigración y la seguridad fortalece a Kast, mientras que en el centro y sur, el discurso de Jara sobre derechos sociales y diversidad encuentra mayor eco.
Sectores sociales críticos apuntan a que esta polarización refleja un Chile fragmentado, donde los desafíos estructurales —como la desigualdad, la violencia y la crisis migratoria— no han encontrado respuestas consensuadas. "Este escenario obliga a repensar las estrategias políticas más allá de la confrontación inmediata", señala una académica en ciencias políticas.
La irrupción de Jeannette Jara en la contienda presidencial confirma un cambio en el mapa político chileno, donde la centroizquierda busca recuperar terreno en un contexto de alta polarización. Sin embargo, las cifras y percepciones muestran que el electorado se encuentra dividido, con una fuerte competencia entre propuestas que apelan a valores y prioridades muy distintas.
Este escenario anticipa una campaña electoral intensa y posiblemente desgastante, donde las narrativas sobre seguridad, migración y derechos sociales serán el centro del debate. La capacidad de cada candidato para ampliar su base más allá de sus nichos será clave para definir el próximo presidente.
En definitiva, el desafío para Jara y sus adversarios no solo es ganar votos, sino también ofrecer un relato que convoque a un Chile fragmentado a un diálogo más profundo y constructivo, algo que hasta ahora ha sido esquivo en la arena política nacional.
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Fuentes: Plaza Pública Cadem (julio 2025), análisis académicos y entrevistas con expertos en ciencias políticas y sociología electoral.