
José Antonio Kast, candidato presidencial con opciones claras para la segunda vuelta electoral en Chile, ha puesto en el centro de su estrategia la relación con Estados Unidos, un vínculo que, lejos de ser un mero formalismo, se ha convertido en un campo de batalla político y diplomático con múltiples aristas.Desde noviembre de 2025, la relación bilateral se ha mostrado particularmente tensa, luego de que el embajador estadounidense Brandon Judd emitiera declaraciones públicas que La Moneda interpretó como una intromisión en asuntos internos. “Sin duda siempre habrá un Gobierno con el que será más fácil trabajar... Hay gobiernos que estarán ideológicamente en línea con nosotros”, afirmó Judd, aludiendo a un eventual triunfo de Kast en el balotaje del 14 de diciembre.
Este episodio no solo evidenció la sensibilidad chilena frente a la diplomacia estadounidense, sino que también puso en relieve la expectativa que Washington tiene sobre la región. Scott Bessent, secretario del Tesoro, señaló semanas antes que “tenemos una oportunidad generacional en América Latina para crear aliados”, apuntando a Chile como parte de un renovado interés estratégico que recuerda la histórica Doctrina Monroe.
Para Kast y su equipo, esta coyuntura es una oportunidad para reorientar la política exterior chilena, que bajo el Gobierno de Gabriel Boric ha mostrado signos de distancia con Washington. Jorge Canelas, asesor en relaciones exteriores del candidato, sostiene que “tenemos coincidencias no solo hacia dónde debe ir Chile y Estados Unidos, sino que gran parte del hemisferio”. Además, destaca que figuras clave como el secretario de Estado Marco Rubio y el subsecretario Christopher Landau representan un activo diplomático para reconstruir puentes dañados.
En la arena política interna, sectores como Renovación Nacional y la familia Piñera Morel han oficializado su apoyo a Kast, lo que refuerza la expectativa de una coalición de derecha unificada que pueda capitalizar esta alianza estratégica con Washington.
No obstante, el vínculo no está exento de controversias. El exembajador chileno Darío Paya señala que la relación bilateral está “en un punto menos que óptimo”, mientras que en el propio partido Demócratas, a punto de disolverse, se vive un debate intenso sobre el apoyo a Kast, evidenciando fracturas y la dificultad de articular consensos claros.
En materia de seguridad, las convergencias entre Kast y la administración Trump son notorias. Christopher Hernández-Roy, investigador en Washington, destaca que “el mensaje de mano dura de Kast sobre delincuencia e inmigración se hace eco de la retórica de Trump”. La amenaza del crimen organizado transnacional, especialmente la influencia del Tren de Aragua, es un punto de encuentro que podría fortalecer la cooperación en inteligencia y defensa.
Desde el lado estadounidense, la mirada geopolítica cobra protagonismo. John Griffiths, exjefe del Estado Mayor del Ejército, explica que “EEUU busca un acercamiento más fuerte con Chile por razones de competencia y confrontación global”, enfatizando la importancia estratégica de los pasos intercontinentales del extremo sur y la proyección antártica.
Esta dinámica se inscribe en un contexto regional en el que Estados Unidos visualiza la consolidación de liderazgos conservadores en América Latina, con figuras como Javier Milei en Argentina y Daniel Noboa en Ecuador, lo que podría configurar un bloque ideológico y geopolítico con mayor afinidad con Washington.
Sin embargo, la historia reciente y las tensiones actuales advierten que esta alianza estratégica no será sencilla ni lineal. La relación entre Kast y Estados Unidos está marcada por un delicado equilibrio entre expectativas de cooperación, tensiones diplomáticas y la complejidad de una región en transformación.
Conclusiones:
- La relación entre Chile y Estados Unidos está en un punto crítico, con potencial para fortalecerse o deteriorarse según el resultado electoral y las políticas que se implementen.
- Kast apuesta a una alianza que priorice la seguridad y la economía, en sintonía con la administración Trump, pero debe navegar las sensibilidades internas y la percepción pública.
- Washington busca reposicionarse en América Latina, con Chile como pieza clave en su estrategia geopolítica, especialmente en el Cono Sur y la Antártica.
- El escenario regional y las alianzas políticas internas serán determinantes para el futuro de esta relación, que trasciende lo bilateral y se inscribe en una competencia global más amplia.
Este análisis se basa en fuentes como Diario Financiero, declaraciones oficiales, expertos en relaciones internacionales y académicos, ofreciendo una visión compleja y multifacética del desafío que enfrenta Kast en su intento por consolidar una alianza estratégica con Estados Unidos.