Santiago Centro en Crisis: La Decadencia que Nadie Logra Frenar

Santiago Centro en Crisis: La Decadencia que Nadie Logra Frenar
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-22
Fuentes
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- Crisis de seguridad persistente en Meiggs, epicentro de violencia y narcotráfico.

- Desgaste político entre alcaldes que distrae y no soluciona.

- Segregación social creciente, con la clase alta migrando hacia el nororiente y el centro perdiendo su rol de encuentro urbano.

El centro de Santiago, otrora corazón palpitante de la capital, se encuentra inmerso en una crisis multifacética que ha ido madurando durante los últimos años y que hoy exhibe síntomas claros y consecuencias palpables. Desde el estallido social de 2019, seguido por la pandemia y una migración masiva, la comuna ha experimentado un deterioro acelerado en su seguridad, convivencia y calidad de vida.

El punto más conflictivo se concentra en el barrio de Meiggs, donde la violencia y la criminalidad organizada han echado raíces resistentes al control policial. La alcaldesa Irací Hassler, en su gestión anterior, logró contener parcialmente el avance de esta crisis, pero no pudo revertirla. Su sucesor, Mario Desbordes, llegó con la promesa de una fórmula mágica para recuperar el orden, pero sus esfuerzos quedaron en manos de polémicas mediáticas y ataques a su antecesora, dejando a los vecinos en una espera frustrada."No tengo la fórmula para revertir la crisis de seguridad", admitió el alcalde en una entrevista reciente, reconociendo la complejidad del fenómeno.

Este escenario no solo refleja una falla administrativa, sino que desnuda las limitaciones del modelo político para enfrentar un fenómeno que combina factores sociales, económicos y urbanos. La criminalidad violenta en Meiggs no es un problema aislado, sino la manifestación visible de una fragmentación social y urbana que ha ido profundizándose.

La migración de la clase alta hacia el nororiente, transformando el centro en un espacio de abandono y pobreza, es otro síntoma inquietante. El cierre y la incertidumbre sobre el futuro del Club de la Unión simbolizan esta pérdida de un espacio tradicional de encuentro social y cultural. La segregación espacial y social crece, reduciendo aún más los puntos de contacto entre distintos estratos sociales, lo que alimenta la desconfianza y el aislamiento.

Desde la derecha, la narrativa insiste en soluciones simples y rápidas para la seguridad, pero los hechos desmienten esta visión. El reciente hallazgo de droga en instalaciones militares en Colchane, involucrando a funcionarios de la Fuerza Aérea, evidencia el poder corruptor del narcotráfico y la dificultad de controlar estas redes. Por otro lado, sectores progresistas han sido criticados por priorizar expresiones culturales como el grafiti sobre la limpieza y el orden urbano, lo que ha generado tensiones con los vecinos que sufren las consecuencias de un espacio público deteriorado.

Este choque de visiones refleja una disonancia cognitiva profunda: mientras un sector reclama por el respeto comunitario y el orden como base para mejorar la calidad de vida, otro enfatiza la expresión cultural y la crítica al pasado, sin encontrar un punto medio que permita avanzar.

El centro de Santiago posee un equipamiento urbano superior al de muchas capitales latinoamericanas, lo que hace aún más doloroso su declive. La crisis no es irreversible, pero requiere una voluntad política que trascienda el corto plazo, que abandone la lógica electoralista y que asuma la complejidad del problema con un plan ambicioso y coordinado.

En definitiva, la realidad del centro capitalino es un espejo que refleja las tensiones sociales, políticas y culturales que atraviesa Chile. La decadencia urbana y social que hoy se observa no es solo un problema local, sino un síntoma de desafíos más profundos que el país debe enfrentar con madurez y visión estratégica.

Solo a partir de reconocer estas verdades y de confrontar las múltiples perspectivas, será posible trazar caminos que permitan recuperar el centro como un espacio de encuentro, seguridad y convivencia para todos.