Israel y Hamas: el fracaso persistente de un alto al fuego en Gaza - Entre negociaciones fracturadas y un conflicto sin tregua

Israel y Hamas: el fracaso persistente de un alto al fuego en Gaza - Entre negociaciones fracturadas y un conflicto sin tregua
Internacional
Medio Oriente
2025-11-22
Fuentes
www.bbc.com cambio21.cl www.latercera.com www.latercera.com www.latercera.com www.bbc.com cnnespanol.cnn.com www.dw.com cambio21.cl cooperativa.cl www.latercera.com www.latercera.com cooperativa.cl cooperativa.cl

- Negociaciones indirectas en Qatar estancadas por desconfianzas mutuas.

- Israel insiste en mantener presencia militar significativa en Gaza; Hamas exige retirada total.

- Ambas partes se acusan de sabotaje y manipulación, mientras la población civil sigue pagando el precio.

Un año y medio después del inicio de la escalada bélica que estalló el 7 de octubre de 2023, el conflicto entre Israel y Hamas sigue sin vislumbrar una tregua definitiva. Las negociaciones indirectas en Doha, facilitadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, han naufragado en una maraña de acusaciones y demandas contrapuestas.

Por un lado, Israel mantiene una posición inamovible: conservar el control sobre más del 40% del territorio de Gaza, una franja densamente poblada y devastada tras 21 meses de bombardeos. El gobierno israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, sostiene que la ocupación parcial es necesaria para cumplir sus objetivos estratégicos: liberar a los rehenes, desmantelar la capacidad militar de Hamas y expulsar a este movimiento de los territorios palestinos.

Enfrentado a esta postura, Hamas exige la retirada total de las fuerzas israelíes y un cese integral de los combates, rechazando cualquier acuerdo que implique la permanencia militar israelí en Gaza. Taher al Nono, portavoz del grupo islamista, ha subrayado que sin esta condición no habrá tregua.

Este choque de demandas ha generado una atmósfera de desconfianza y recriminaciones. Desde Israel, se acusa a Hamas de sabotear las negociaciones mediante una guerra psicológica basada en desinformación, destinada a influir en la opinión pública tanto en Gaza como en Israel. Por su parte, fuentes palestinas denuncian la obstinación israelí como el principal obstáculo para avanzar.

Estas tensiones se han traducido en un estancamiento prolongado. Desde julio de 2025, cuando comenzaron las negociaciones en Qatar, no se ha logrado un acuerdo ni siquiera preliminar que permita un alto al fuego duradero. La población civil continúa atrapada en medio de un conflicto que ha cobrado miles de vidas y ha destruido infraestructuras esenciales.

El análisis de esta crisis muestra que, más allá del terreno diplomático, la raíz del conflicto radica en objetivos irreconciliables y en la falta de confianza mutua. La insistencia israelí en mantener una presencia militar significativa y la demanda de Hamas por una retirada total revelan que las negociaciones no solo se enfrentan a diferencias políticas, sino a visiones diametralmente opuestas sobre la soberanía y seguridad.

Desde una perspectiva regional, la mediación de actores como Egipto y Qatar ha sido fundamental para mantener abiertas las vías de diálogo, aunque sin resultados concretos hasta ahora. Estados Unidos, por su parte, ha intentado equilibrar su apoyo a Israel con la presión para alcanzar una solución que evite una escalada mayor.

En la sociedad palestina y en Israel, las voces se dividen entre quienes abogan por mantener la resistencia o la seguridad nacional a toda costa, y quienes claman por una salida negociada para evitar más sufrimiento. Esta disonancia interna complica aún más la posibilidad de un acuerdo.

Finalmente, la historia reciente confirma que los altos al fuego en este conflicto suelen ser frágiles y temporales, fracturados por intereses políticos y militares irreconciliables. La tragedia humana persiste como telón de fondo, mientras la comunidad internacional observa, a veces impotente, el choque de voluntades en un escenario donde el diálogo parece más un campo de batalla que una mesa de negociación.

Conclusión: La imposibilidad actual de alcanzar un alto al fuego duradero en Gaza refleja no solo la complejidad del conflicto israelí-palestino, sino también la profunda fractura en las narrativas y expectativas de las partes involucradas. Sin un cambio significativo en las posiciones y un compromiso genuino de ambas partes, la guerra y su tragedia humana continuarán siendo la constante, con consecuencias que trascienden las fronteras de Medio Oriente.