
El 1 de agosto de 2025 marcó un antes y un después para la minería chilena y su relación comercial con Estados Unidos. La imposición de un arancel del 50% al cobre por parte de Washington no solo ha puesto en jaque a uno de los pilares de la economía nacional, sino que ha desatado un debate profundo y multifacético sobre el futuro del país en el escenario global.
El anuncio de los aranceles fue comunicado oficialmente en julio de 2025, tras una investigación estadounidense que justificó la medida bajo argumentos proteccionistas y de seguridad nacional. La respuesta chilena no tardó en organizarse: el Gobierno convocó al Consejo de Alto Nivel para la Respuesta Estratégica de Política Económica y Financiera Internacional (CPEFI), conformado por exministros, expertos del Banco Central, académicos y representantes del sector privado.
En la séptima reunión de este consejo, realizada el 11 de julio, se evaluaron los posibles impactos y se delinearon estrategias para enfrentar la coyuntura. Desde entonces, el diálogo con EE.UU. se ha mantenido abierto, aunque sin señales claras de flexibilización.
La reacción ante la medida ha sido diversa y a menudo contradictoria.
- Para el Gobierno, la prioridad ha sido mantener canales de diálogo abiertos y demostrar la solidez institucional de Chile. El canciller Alberto van Klaveren afirmó que se ha trabajado con seriedad y responsabilidad para proteger las exportaciones nacionales.
- El sector privado, especialmente Codelco y las grandes mineras, ha expresado preocupación por la pérdida de competitividad y la posible reducción de inversiones. Máximo Pacheco, presidente de Codelco, ha insistido en la urgencia de una estrategia que combine presión diplomática con diversificación de mercados.
- Expertos económicos, como Pablo García y Raúl Sáez, han planteado escenarios que van desde una desaceleración económica hasta la necesidad de reformas estructurales para reducir la dependencia del cobre.
- Desde la sociedad civil y sectores regionales, especialmente en las zonas mineras, la incertidumbre ha generado inquietud por el empleo y el desarrollo local, mientras que organizaciones ambientalistas han aprovechado el debate para exigir mayor transición hacia energías limpias y minería sustentable.
Chile ha construido su prosperidad en torno al cobre, un recurso que representa más del 50% de sus exportaciones. Sin embargo, la dependencia de este metal ha sido una vulnerabilidad recurrente ante cambios en el mercado global y decisiones políticas externas.
La imposición de aranceles por parte de EE.UU. no es un hecho aislado, sino parte de una tendencia proteccionista global que desafía los acuerdos multilaterales y obliga a los países exportadores a repensar sus estrategias comerciales y productivas.
A más de tres meses desde la entrada en vigor de los aranceles, los indicadores económicos muestran una ralentización en las exportaciones de cobre y una creciente incertidumbre en las inversiones mineras. Sin embargo, el escenario también ha impulsado un debate nacional sobre la diversificación económica y la necesidad de fortalecer las instituciones que regulan el comercio exterior.
La experiencia ha dejado en evidencia que Chile debe equilibrar la defensa de sus intereses comerciales con una política exterior activa y una visión estratégica de largo plazo. La pluralidad de voces en este proceso —desde el Gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil— revela la complejidad del desafío y la importancia de no subestimar las tensiones internas que emergen en momentos de crisis.
- La imposición de aranceles al cobre por parte de Estados Unidos ha sido un golpe concreto que desnuda la vulnerabilidad estructural de la economía chilena.
- La respuesta del Estado ha sido técnica y diplomática, pero enfrenta límites claros ante un contexto global proteccionista.
- Las voces disonantes, lejos de debilitar la acción, enriquecen el debate y apuntan hacia la urgencia de diversificar la matriz productiva y fortalecer la institucionalidad.
- El desafío no es solo económico, sino también político y social, pues afecta regiones, empleos y el tejido social vinculado a la minería.
En definitiva, la historia del arancel al cobre es un espejo que refleja las tensiones entre dependencia y autonomía, entre tradición y cambio, y entre intereses nacionales y presiones globales. La manera en que Chile navegue este coliseo será determinante para su futuro inmediato y su posicionamiento en el concierto internacional.
---
Fuentes consultadas: La Tercera (11/07/2025), declaraciones oficiales del Ministerio de Hacienda y Cancillería, informes del Consejo de Alto Nivel para la Respuesta Estratégica, análisis académicos y voces del sector privado.