
Un giro inesperado en la forma de medir la audiencia televisiva en Chile ha sacudido no solo el mundo del entretenimiento, sino también la economía publicitaria y la comprensión ciudadana sobre sus hábitos de consumo. El 10 de julio de 2025, Kantar Ibope Media presentó una nueva metodología que suma a la televisión abierta la medición en cable, plataformas digitales y dispositivos móviles, abarcando un universo de 16,6 millones de personas. Este cambio no es menor: implica una actualización tecnológica y conceptual que permite conocer no solo qué se ve, sino cuánto y cómo se consume contenido audiovisual, con un nivel de detalle antes inédito en Chile.
El People Meter 7, un tablet instalado en hogares, y el Focal Meter, dispositivo que mide consumo en pantallas inteligentes, computadores, tablets y smartphones, son los protagonistas técnicos de esta revolución. Según Ignacio Mirchak, Country Leader de Kantar Ibope Media en Chile, esta innovación responde a la digitalización masiva y a la necesidad de adaptar las métricas al nuevo ecosistema audiovisual. 'La forma en que consumimos contenido cambió radicalmente con la digitalización y la medición de audiencia también debía evolucionar', afirmó.
Históricamente, el rating se expresaba en porcentajes, lo que ofrecía una visión relativa y a veces engañosa del alcance real. La nueva metodología entrega valores absolutos, es decir, el número exacto de personas que consumen un contenido determinado. Esto permite a anunciantes y programadores entender con mayor precisión el impacto de sus producciones y campañas.
Desde el mundo empresarial, la medida ha sido celebrada como un avance que optimiza la inversión publicitaria y mejora la toma de decisiones estratégicas. Sin embargo, algunos expertos en medios advierten sobre la complejidad de interpretar estos datos, que pueden generar nuevas formas de segmentación y exclusión.
En regiones, la inclusión de las 16 regiones del país en la medición ha sido valorada positivamente, pues permite reflejar con mayor fidelidad las preferencias locales, que antes quedaban diluidas en los promedios nacionales.
Por otro lado, voces críticas señalan que la concentración en plataformas digitales podría potenciar la hegemonía de grandes actores globales, afectando la diversidad cultural y la producción local.
La medición del jueves 10 de julio mostró que YouTube superó por primera vez el consumo en celulares y computadores, reflejando una transformación en el acceso a contenidos. Esto plantea preguntas sobre el futuro de la televisión tradicional y la necesidad de adaptar formatos y contenidos a nuevas audiencias y dispositivos.
Además, la transparencia y precisión en la medición podrían incentivar una mayor responsabilidad en la creación de contenidos, orientándose más a la calidad y pertinencia que a la mera captación de audiencia.
Este cambio en la medición del rating en Chile no es solo un ajuste técnico, sino un reflejo de una sociedad en transición digital y cultural. El paso de porcentajes a cifras absolutas, la incorporación de múltiples plataformas y la cobertura nacional completa revelan una nueva realidad de consumo audiovisual.
Sin embargo, este avance trae consigo tensiones y desafíos: la necesidad de interpretar críticamente los datos, la protección de la diversidad cultural y la adaptación de los actores tradicionales a un ecosistema fragmentado pero medible con mayor precisión.
En definitiva, la nueva forma de medir el rating es una invitación a repensar el vínculo entre audiencia, medios y mercado, en un Chile que ya no solo ve televisión, sino que vive un entramado audiovisual complejo y en constante evolución.
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Fuentes: Kantar Ibope Media, declaraciones de Ignacio Mirchak, análisis de medios nacionales y regionales.