
Un vuelo que terminó en tragedia. El 6 de febrero de 2024, Sebastián Piñera, expresidente de Chile, perdió la vida en un accidente de helicóptero en el Lago Ranco, región de Los Ríos. A casi dos años de aquel fatídico día, el informe final de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ha puesto luz sobre las causas que llevaron a esta fatalidad, disipando rumores y especulaciones que circularon desde entonces.
El informe número 2047-24, publicado oficialmente el 10 de octubre de 2025, concluye que el accidente no fue producto de fallas técnicas ni de negligencia en la licencia de vuelo del expresidente, sino de un fenómeno poco conocido y complejo: el 'flash fogging'.
El 'flash fogging' se produjo por una combinación de condiciones de temperatura y humedad dentro de la cabina del helicóptero, que generó una niebla repentina y densa al interior, bloqueando la visión hacia el exterior. El sistema de ventilación frontal estaba parcialmente abierto (65%), mientras que las ventanillas de las puertas permanecían cerradas, lo que, según el informe, contribuyó a una degradación del flujo de aire y facilitó la formación de esta niebla instantánea.
“Esta pérdida de visión hacia el exterior generó en el piloto al mando, Sebastián Piñera, una desorientación espacial Tipo I”, señala el documento. En términos prácticos, esto significa que el piloto perdió la referencia visual necesaria para mantener la orientación y el control del vuelo, enfrentándose a una pérdida de conciencia situacional.
Como consecuencia de esta desorientación, el piloto inició una maniobra de descenso involuntaria que terminó con el impacto contra la superficie del lago y el hundimiento de la aeronave. A bordo iban otras tres personas, incluida su hermana Magdalena Piñera, quienes lograron sobrevivir.
Desde la esfera política, la noticia ha generado reacciones encontradas. Algunos sectores de derecha han expresado dolor y llamado a respetar la memoria del exmandatario, mientras que voces críticas han puesto el foco en la importancia de mejorar la seguridad aérea y los protocolos para vuelos privados en zonas con condiciones meteorológicas complejas.
En la región de Los Ríos, la tragedia dejó una marca profunda, con un llamado a reforzar la vigilancia y alerta meteorológica para vuelos en zonas lacustres y montañosas.
Expertos en aviación han destacado la relevancia de este informe para entender que no siempre un accidente aéreo responde a fallas mecánicas o humanas evidentes, sino que también puede estar marcado por factores ambientales difíciles de prever.
El helicóptero no presentó evidencias de fallas técnicas durante el vuelo, según inspecciones realizadas en Chile y Estados Unidos. Además, el expresidente contaba con licencia y habilitación vigentes para pilotear la aeronave.
Este episodio pone en evidencia la complejidad de la aviación en Chile, donde condiciones meteorológicas locales pueden jugar un papel decisivo. También subraya la necesidad de fortalecer la formación y los protocolos para pilotos que operan en vuelos privados, especialmente en zonas con microclimas variables.
Finalmente, la tragedia de Sebastián Piñera invita a reflexionar sobre la fragilidad humana frente a fenómenos naturales y técnicos, y la importancia de la rigurosidad en la investigación para evitar que la historia se repita.
El análisis se basa en el informe final de la DGAC (N° 2047-24), publicado el 10 de octubre de 2025, y en declaraciones de expertos en aviación y meteorología consultados por medios nacionales. También se consideran las voces políticas y sociales que han surgido tras la publicación del documento.