El impacto del arancel del 50% al cobre en EE.UU.: una tormenta prevista que reconfigura el mercado global

El impacto del arancel del 50% al cobre en EE.UU.: una tormenta prevista que reconfigura el mercado global
Economía
Minería y Energía
2025-11-22
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- Arancel del 50% al cobre en EE.UU. anunciado y confirmado en julio de 2025.

- Reacción inmediata del mercado con aumento del precio pero bajo máximos históricos.

- Tensiones entre productores, consumidores y actores políticos que muestran visiones contrapuestas sobre el futuro del cobre.

Un golpe anunciado, un mercado en tensión y un futuro incierto para el cobre.

El 1 de agosto de 2025 entró en vigor el arancel del 50% al cobre importado a Estados Unidos, confirmado semanas antes por el expresidente Donald Trump. Este movimiento, largamente anticipado desde febrero, desató una serie de reacciones que aún se están decantando en la industria minera y en los mercados internacionales.

El cobre, metal estratégico para la economía chilena y la transición energética global, se encontró en el centro de un escenario parecido a un coliseo romano, donde distintos actores —gobiernos, empresas, mercados y consumidores— libran una batalla con consecuencias que ya empiezan a ser visibles.

La cronología de una tormenta anunciada

Desde febrero de 2025, cuando se inició la investigación que terminó en la imposición del arancel, se produjo un movimiento acelerado de importaciones hacia EE.UU., acumulando cerca de un año de volumen en pocos meses. El precio del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cayó tras cinco días de pérdidas, mientras que en el mercado Comex de Nueva York la prima alcanzó un 28%, aunque sin superar los máximos históricos.

Ole Hansen, analista de Saxo Bank, anticipó que el pico de precios se mantendría, pero con un amplio suministro que podría moderar la incidencia real del arancel en el corto plazo. Sin embargo, la incertidumbre sobre la demanda y las políticas futuras mantiene a los mercados en vilo.

Perspectivas encontradas: ¿protección o castigo?

Desde el sector político estadounidense, el arancel se defendió como una medida para proteger la industria nacional y reducir la dependencia de importaciones estratégicas. “Esta medida fortalece nuestra soberanía y asegura empleos en EE.UU.”, señaló un portavoz del gobierno.

En contraste, productores y exportadores, especialmente de Chile, han advertido sobre el daño que esta barrera comercial puede causar en las cadenas globales de suministro, afectando no solo la minería sino también la inversión y el empleo en regiones mineras.

“El cobre chileno es esencial para la transición energética mundial y esta medida pone en riesgo la estabilidad del mercado y la confianza de los inversionistas.”, declaró un representante de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI).

Impacto regional y social: la voz de las comunidades mineras

En las regiones mineras del norte de Chile, la noticia ha generado preocupación y debate. Por un lado, la expectativa de menor demanda estadounidense amenaza con frenar proyectos y empleos; por otro, algunos sectores ven la oportunidad de diversificar mercados y fortalecer cadenas locales.

“Necesitamos políticas que nos ayuden a no depender de un solo mercado y que impulsen la innovación y sustentabilidad en la minería.”, expresó un dirigente social de Antofagasta.

Consecuencias visibles y lecciones para el futuro

A tres meses de la entrada en vigor del arancel, se confirma que el mercado del cobre está lejos de estabilizarse. La prima Comex ha tendido a reducirse conforme las existencias se ajustan, y la demanda estadounidense muestra signos de desaceleración. Sin embargo, la presión sobre los precios y las cadenas de suministro ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de una industria globalizada ante decisiones unilaterales.

Este episodio revela una verdad incómoda: en un mundo interconectado, las medidas proteccionistas pueden generar efectos contraproducentes que afectan a productores, consumidores y economías enteras. La batalla por el cobre no es solo comercial, sino también política y social, y sus consecuencias invitan a repensar estrategias de cooperación y diversificación.

En definitiva, el arancel impuesto por EE.UU. es una piedra en el zapato para Chile y el mercado global, pero también un llamado a la resiliencia y adaptación en un contexto donde la transición energética y la geopolítica se entrelazan con la economía real.

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Fuentes: Reuters, Diario Financiero, Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), declaraciones oficiales de gobierno estadounidense y análisis de Saxo Bank.