El regreso de Castel Gandolfo como refugio papal: tradición y renovación en el verano del Papa León XIV

El regreso de Castel Gandolfo como refugio papal: tradición y renovación en el verano del Papa León XIV
Internacional
Europa
2025-11-22
Fuentes
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- Un Papa vuelve a Castel Gandolfo tras 13 años de ausencia

- El Palacio Apostólico se mantiene abierto al público durante su estadía

- El Pontífice combina descanso, trabajo y una apuesta por la sostenibilidad ambiental

Castel Gandolfo, ese pequeño pueblo italiano a orillas del lago Albano y a solo 24 kilómetros de Roma, ha vuelto a ser noticia mundial tras la llegada del Papa León XIV el pasado 6 de julio de 2025. Después de más de una década sin que un pontífice veraneara en este histórico refugio papal, el Papa argentino decidió retomar la tradición, aunque con un giro moderno que ha generado diversas reacciones.

Desde 1596, Castel Gandolfo ha sido la residencia de descanso para la mayoría de los papas, un lugar donde la historia, la espiritualidad y la política se entrelazan en un escenario barroco diseñado por figuras como Carlo Maderno y Gian Lorenzo Bernini. Sin embargo, con el Papa Francisco, esa costumbre se interrumpió: eligió permanecer en Casa Santa Marta y convertir el Palacio Apostólico en museo.

León XIV decidió alojarse no en el histórico palacio, sino en la Villa Barberini, una residencia más moderna rodeada de ruinas romanas y jardines, donde combina descanso con trabajo, preparando encíclicas y recibiendo visitas oficiales, como la del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky.

Este retorno ha generado distintas miradas. Para la comunidad local, la llegada del Papa ha sido un motivo de orgullo y expectativa. Don Tadeusz Rozmus, párroco de la iglesia Santo Tomás de Villanueva, expresó a Vatican News: 'Estamos enormemente felices. La repercusión mundial es evidente, con llamados desde Estados Unidos y Australia interesados en la misa que celebrará el Pontífice.'

En contraste, algunos sectores críticos señalan que la decisión de León XIV refleja una estrategia para renovar la imagen papal, mezclando tradición con modernidad, pero también para proyectar una Iglesia más cercana a los temas ambientales y sociales. La integración de la Villa Barberini y sus jardines en un proyecto de eco-diversidad es una señal clara de esta apuesta por la sostenibilidad, un tema que el Papa ha enfatizado en sus discursos.

Desde una óptica política, la visita de Zelensky al Papa en este contexto adquiere un simbolismo especial. En medio de un conflicto bélico que sigue marcando la agenda internacional, el encuentro en un espacio de calma y retiro apunta a un gesto de apoyo espiritual y diplomático. Algunos analistas interpretan este gesto como un posicionamiento del Vaticano en la esfera global, buscando mediar y ofrecer un espacio para el diálogo.

No obstante, la apertura del Palacio Apostólico y sus jardines al público durante la estancia del Papa ha sido celebrada como un acto de transparencia y acercamiento, aunque también ha generado debates sobre la seguridad y la privacidad del pontífice.

En definitiva, el regreso de León XIV a Castel Gandolfo no es solo una cuestión de descanso sino un movimiento cargado de simbolismos históricos, políticos y ambientales. Este verano 2025 marca un punto de inflexión en la relación entre el papado y su refugio veraniego, donde convergen la tradición secular y las demandas contemporáneas de una Iglesia en transformación.

Las consecuencias visibles incluyen un incremento en el turismo local, una revitalización del patrimonio cultural y una reafirmación del rol del Vaticano como actor global no solo espiritual, sino también político y ambiental.

Así, el lector queda ante un escenario donde el pasado y el presente pugnan en un diálogo abierto, con voces que celebran y otras que cuestionan, pero que en conjunto permiten comprender que la historia de Castel Gandolfo y el papado sigue escribiéndose, con sus luces y sombras, en un verano que no es solo de descanso, sino de desafíos y renovaciones.