
En un escenario político marcado por la polarización, el fenómeno electoral de Franco Parisi Fernández emerge como un desafío para la segunda vuelta presidencial que se celebrará el próximo 14 de diciembre. Tras obtener casi el 20% de los votos en la primera vuelta, Parisi no ha endosado oficialmente su apoyo a ninguno de los dos candidatos que avanzaron: Jeannette Jara (Partido Comunista) y José Antonio Kast (Partido Republicano). Más aún, el propio líder del Partido de la Gente ha señalado que 'más del 75% de sus votantes optará por votar nulo o en blanco', un dato que ha sacudido las estrategias de los dos bandos y ha encendido un debate sobre la naturaleza y el futuro de este electorado.
El voto por Parisi se ha interpretado desde diversas ópticas. Según un análisis de Paulina Valenzuela, socia fundadora de Datavoz, su electorado está compuesto en buena parte por ciudadanos que no se sienten representados ni por la izquierda gobernante ni por la derecha tradicional. «No se identifican con un proyecto político claro, sino con un rechazo a las estructuras establecidas», señala Valenzuela. Este desencanto se traduce en una alta disposición a no apoyar a ninguno de los candidatos en la segunda vuelta, lo que explica la intención mayoritaria de votar nulo o blanco.
La alcaldesa de Las Condes, Catalina San Martín, advierte que «no hay que bailar al ritmo de Parisi» y que la clave está en entender el mensaje que su candidatura logró transmitir a un electorado que se siente 'obligado a votar pero sin identificación'. San Martín destaca que el fenómeno Parisi es un llamado a leer con atención las demandas sociales y políticas que los partidos tradicionales han dejado de lado, aunque insiste en que ni la izquierda ni la derecha deben aferrarse a ese voto sin comprenderlo profundamente.
Desde el mundo académico, economistas como Cecilia Cifuentes y Alejandro Micco coinciden en que las propuestas de Parisi tienen un marcado perfil populista, que conecta con las preocupaciones cotidianas pero carece de rigor técnico y viabilidad a largo plazo. «Propuestas como la eliminación del IVA a medicamentos o retiros de fondos sin impacto inflacionario son simplistas y populistas», advierten. Esta crítica no busca desacreditar el voto, sino entender por qué estas ideas calaron en un sector importante de la población.
El economista y académico Antonino Parisi, hermano de Franco, desde Europa también ha señalado que la concentración de riqueza y los cambios tecnológicos profundos están generando tensiones sociales que se reflejan en el voto antisistema. En su opinión, la izquierda tendría mayores posibilidades en la segunda vuelta, pero llama a la ciudadanía a participar con conciencia.
Para los candidatos que enfrentan la segunda vuelta, el desafío es doble. Por un lado, deben acercarse a un electorado que no se siente representado y que desconfía de las opciones existentes; por otro, deben evitar caer en la trampa del populismo simplista que ha caracterizado la campaña de Parisi.
José Antonio Kast ha mostrado una actitud de humildad tras su triunfo en la primera vuelta, mientras que Jeannette Jara ha anunciado que recogerá propuestas de otros candidatos, aunque sin detallar cómo integrará esas ideas en su programa. El vacío dejado por Parisi en esta etapa ha generado un espacio de incertidumbre y reflexión para ambos sectores.
El fenómeno Parisi expone una crisis de representación y una demanda de nuevos discursos políticos en Chile. La elevada intención de voto nulo o blanco entre sus seguidores no es solo un rechazo a los candidatos, sino un síntoma de la desafección hacia el sistema político tradicional.
Este escenario obliga a los actores políticos a repensar sus estrategias y a dialogar con un electorado que exige más que promesas simplistas: busca respuestas estructurales a problemas profundos. La segunda vuelta no solo será una elección entre dos nombres, sino una prueba de la capacidad del sistema para adaptarse y responder a las demandas de una ciudadanía crítica y diversa.
Las próximas semanas serán decisivas para observar si este electorado se moviliza o se abstiene, y cómo los candidatos interpretan y responden a este desafío. La política chilena enfrenta así una encrucijada que trasciende el resultado electoral y que invita a una reflexión profunda sobre el futuro democrático del país.
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Fuentes consultadas: La Tercera, Radio Biobío, Cooperativa, análisis de Datavoz, declaraciones de economistas Cecilia Cifuentes, Alejandro Micco y Antonino Parisi.