
Un giro en la arena política chilena se consolidó tras la publicación de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) en julio de 2025, que colocó a Evelyn Matthei en el primer lugar en la pregunta
“¿Quién cree usted que será la o el próximo Presidente de Chile?” con un 26% de menciones, superando a José Antonio Kast (17%) y Jeannette Jara (PC).
Este dato, más allá de su valor inmediato, desató una disputa pública y estratégica que aún reverbera en la campaña presidencial y en las alianzas políticas.
La candidata de Chile Vamos y Amarillos no solo celebró números favorables, sino que activó un despliegue digital coordinado para capitalizar el momento.
Desde junio, bajo la dirección de Cristina Villagómez, encargada de redes sociales, el comando potenció mensajes que resaltan su experiencia, liderazgo responsable y cercanía con la ciudadanía.
En plataformas como X (ex Twitter) y TikTok, Matthei combinó un discurso político con un tono más lúdico y cercano, buscando ampliar su base de apoyo y reducir el rechazo que históricamente ha enfrentado.
Desde la derecha tradicional, la reacción fue de optimismo. La UDI y Amarillos difundieron mensajes que enfatizan el repunte y la confianza ciudadana en Matthei, con consignas como
“Orden, progreso y esperanza con Matthei”. Para ellos, la encuesta confirma que la experiencia y moderación son activos que pueden disputar la presidencia.
Sin embargo, en el sector republicano, liderado por Kast, la lectura fue más compleja. Aunque Kast domina en la pregunta sobre
“¿Quién le gustaría a usted que fuera el próximo Presidente?” con 14 puntos, su equipo destacó que el liderazgo de Matthei en percepciones no se traduce necesariamente en intención de voto, un matiz que alimenta la tensión interna en la derecha.
El repunte de Matthei no ha sido homogéneo. En regiones tradicionalmente conservadoras y rurales, el apoyo a Kast se mantiene sólido, mientras que en zonas urbanas y sectores medios, la candidata ha ganado terreno.
Esto refleja una fragmentación del electorado de derecha que podría influir en la segunda vuelta electoral.
Por otro lado, voces ciudadanas y analistas advierten que la estrategia digital, aunque efectiva para movilizar simpatías, podría profundizar la polarización, al presentar a Matthei como la opción del orden frente a un discurso más radicalizado de Kast.
A casi cinco meses de la publicación de la encuesta CEP, queda claro que la percepción pública no es un reflejo directo de las intenciones de voto, pero sí un termómetro de las narrativas políticas en juego.
La estrategia digital de Matthei ha logrado posicionarla como una figura creíble y cercana, reduciendo su rechazo histórico y capitalizando el deseo de estabilidad en un electorado fatigado por la incertidumbre.
No obstante, la división en la derecha chilena persiste, y la tensión entre quienes apuestan por la moderación y quienes prefieren un discurso más confrontacional augura un escenario electoral complejo para fines de 2025.
Finalmente, esta disputa no solo es un choque de candidaturas, sino un reflejo de las transformaciones sociales y políticas que atraviesa Chile, donde la comunicación digital y la percepción pública juegan un papel decisivo en la configuración del poder.
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Fuentes: Encuesta CEP (2025), análisis de La Tercera, declaraciones oficiales de comandos políticos, monitoreo de redes sociales.