Alerta de marejadas y sistema frontal en Chile: un fenómeno que reveló tensiones entre autoridades, comunidades y expertos

Alerta de marejadas y sistema frontal en Chile: un fenómeno que reveló tensiones entre autoridades, comunidades y expertos
Actualidad
Conflictos sociales
2025-11-22
Fuentes
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- Persistencia del fenómeno climático: marejadas y tormentas que afectaron desde julio a noviembre.

- Desacuerdos en la gestión y comunicación oficial entre autoridades marítimas, Senapred y comunidades costeras.

- Impactos socioeconómicos y ambientales que evidencian desafíos estructurales en la preparación ante eventos naturales.

Un fenómeno natural que no cesa y una gestión que se debate entre la urgencia y la prevención. Así se podría resumir la saga de las marejadas y sistemas frontales que desde mediados de 2025 han azotado las costas chilenas, desde el Golfo de Penas hasta Taltal, pasando por la convulsionada región de La Araucanía.

El 9 de julio, el Servicio Meteorológico de la Armada emitió la primera alerta de marejadas, anticipando un alto oleaje provocado por un sistema frontal en la zona sur del país. Este evento, lejos de ser un hecho aislado, se prolongó y se intensificó en septiembre, cuando el Centro Meteorológico Marítimo de Valparaíso alertó sobre marejadas que afectarían desde el Golfo de Penas hasta Taltal y el archipiélago de Juan Fernández, con especial énfasis en las horas de pleamar.

El 17 de septiembre, Senapred declaró una alerta temprana preventiva para las provincias de Cautín y Malleco, en La Araucanía, debido a un nuevo sistema frontal acompañado de tormentas eléctricas. La directora subrogante de Senapred, Consuelo Saldivia, subrayó la necesidad de extremar precauciones, especialmente en un contexto marcado por festividades patrias, lo que añadió una capa extra de complejidad a la gestión de riesgos.

La tensión entre autoridades y comunidades

Desde el inicio, la comunicación oficial fue recibida con recelo por parte de comunidades costeras y sectores productivos. Mientras las autoridades marítimas insistían en la prudencia y el respeto a las normas de seguridad —"evitar el tránsito por sectores rocosos y no ingresar al mar durante el evento"—, pescadores y habitantes de la zona denunciaban falta de información clara y apoyo efectivo para enfrentar las consecuencias.

En regiones como La Araucanía, donde la vulnerabilidad social y económica es alta, la alerta preventiva se tradujo en un llamado a la acción que no siempre encontró eco en terreno. Voces locales señalaron que la coordinación entre comités comunales y Senapred, aunque activa, careció de recursos y planificación para evitar daños mayores.

Perspectivas encontradas: política, social y científica

Los sectores políticos han aprovechado la situación para marcar diferencias. Desde la derecha, se enfatizó la necesidad de fortalecer las capacidades de respuesta estatal y mejorar la infraestructura costera; desde la izquierda, se criticó la falta de políticas integrales que consideren el cambio climático y la justicia ambiental, especialmente para comunidades indígenas y rurales.

Expertos en cambio climático y gestión de riesgos han coincidido en que estos eventos son un reflejo de patrones meteorológicos más extremos y frecuentes, producto del calentamiento global. Sin embargo, advierten que la respuesta debe ir más allá de alertas y recomendaciones: "Es imprescindible integrar conocimiento científico con saberes locales para diseñar estrategias de adaptación efectivas", señaló la climatóloga María Paredes.

Consecuencias visibles y lecciones pendientes

Los impactos materiales incluyen daños en infraestructura portuaria, interrupciones en actividades pesqueras y riesgos para la seguridad de personas que habitan o trabajan en zonas costeras. Más allá de lo tangible, este episodio ha puesto en evidencia la complejidad de gestionar fenómenos naturales en un país con alta diversidad geográfica y social.

Queda claro que la fragmentación en la comunicación, la disparidad de recursos y la falta de una política nacional robusta de adaptación climática han limitado la efectividad de las medidas adoptadas. Al mismo tiempo, la experiencia ha generado un debate necesario sobre cómo Chile enfrenta sus vulnerabilidades y la urgencia de un enfoque más inclusivo y multidisciplinario.

En definitiva, la historia de estas marejadas y sistemas frontales es una tragedia que aún se escribe, con protagonistas en disputa y espectadores que deben aprender no solo a mirar, sino a entender la complejidad de un país que desafía la naturaleza y sus propias estructuras.

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Fuentes: La Tercera (2025-07-09 y 2025-09-27), Cooperativa.cl (2025-09-17), declaraciones oficiales de Senapred y Centro Meteorológico Marítimo de Valparaíso, entrevistas con expertos en cambio climático.