
El 7 de julio de 2025, el presidente estadounidense Donald Trump sorprendió con un anuncio que sacudió los mercados internacionales: la imposición de un arancel del 50% al cobre importado, además de evaluar un gravamen del 200% a productos farmacéuticos si sus fabricantes no se establecen en Estados Unidos. El cobre, principal exportación chilena, quedó en el centro de una tormenta comercial que pone en jaque la estabilidad económica del país y su inserción global.
El anuncio se produjo tras una investigación iniciada en febrero de este año, en el contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y luego de que en abril se impusieran aranceles generales a más de 100 países, incluido Chile con un 10%. Sin embargo, el impacto directo sobre el cobre no había sido hasta entonces explícito.
Felipe Cáceres, analista de mercados de Capitaria, señaló que este arancel afectará inicialmente a los principales consumidores de cobre, como China, generando un sobrestock que presionará a la baja el precio en el mediano plazo. En la práctica, el precio del cobre tuvo un alza inmediata, con futuros para septiembre subiendo más de un 10%, mientras que acciones de mineras como Freeport-McMoRan aumentaron sobre un 5%.
A pesar de la magnitud del anuncio, la Cancillería chilena confirmó que no ha recibido comunicación oficial sobre la implementación del arancel. La Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, informó a parlamentarios que la información proviene de fuentes indirectas, específicamente de una reunión de gabinete de Trump.
Este vacío comunicacional ha generado malestar en la oposición, con diputados como Cristián Labbé exigiendo explicaciones y presencia de autoridades en el Congreso. La sensación de improvisación y falta de coordinación con Estados Unidos alimenta la incertidumbre política y económica.
Desde Codelco, el presidente del directorio, Máximo Pacheco, reiteró que no hay información oficial y planteó dudas sobre si el arancel afectará a todos los productos de cobre o si habrá excepciones para Chile. Además, advirtió sobre el riesgo de sobrestock si China y otros países retienen inventarios, lo que podría perjudicar a la industria nacional.
Manuel Viera, presidente de la Cámara Minera de Chile (Sonami), calificó de "imprudente" la participación chilena en la cumbre del BRICS, sugiriendo que podría haber sido un detonante para esta medida estadounidense. A la vez, insistió en la necesidad de que las grandes mineras se reinventen para enfrentar un escenario global cada vez más volátil.
Jorge Riesco, líder de Sonami, llamó a la prudencia y a confiar en los canales diplomáticos abiertos tras el estallido de la guerra comercial, enfatizando que la reacción inmediata debe ser mesurada y estratégica.
La imposición del arancel llega en un momento en que Estados Unidos ha cerrado acuerdos con China, Reino Unido y Vietnam, mientras la tregua anunciada en abril se aplazó hasta agosto. Esto evidencia que la guerra comercial está lejos de resolverse y que los países exportadores, como Chile, deben prepararse para un entorno más restrictivo y competitivo.
El anuncio también pone en cuestión la dependencia chilena del cobre como motor económico, ya que un arancel tan alto podría afectar los ingresos fiscales y la estabilidad del sector minero, clave para el país.
Finalmente, la falta de comunicación oficial y la diversidad de interpretaciones políticas y económicas reflejan una realidad compleja donde la incertidumbre y la necesidad de adaptación serán protagonistas en los próximos meses.
En conclusión, el arancel al cobre impuesto por Estados Unidos no solo es una medida comercial, sino un capítulo más en la redefinición del orden económico global. Chile enfrenta el desafío de equilibrar sus intereses económicos, su inserción internacional y la cohesión interna en un escenario donde la prudencia y la reinvención parecen ser las únicas certezas.
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Fuentes: BioBioChile, declaraciones oficiales de Cancillería y Codelco, análisis de expertos económicos.
2025-11-12
2025-11-12