
En las primeras semanas de noviembre y septiembre de 2025, dos historias aparentemente dispares han puesto en evidencia tensiones profundas en el escenario político y social chileno e internacional. Por un lado, el reciente reconocimiento formal del Estado palestino por parte de países como Inglaterra, Canadá y Australia ha reavivado el debate sobre la viabilidad de la solución de dos Estados y la persistencia del conflicto en Medio Oriente. Por otro, en Chile, la Universidad de Chile otorgó un reconocimiento a la general Karina Soza y al fiscal Mario Carrera, dos figuras emblemáticas en la lucha contra el crimen organizado y en la defensa de la seguridad pública, pero también en medio de cuestionamientos sobre derechos humanos y legitimidad institucional.
El 21 de septiembre de 2025, Inglaterra, Canadá y Australia reconocieron formalmente al Estado palestino. La ministra de Relaciones Exteriores palestina, Varsen Aghabekian Shahin, calificó esta medida como un "paso práctico, tangible e irreversible" para preservar la solución de dos Estados y avanzar hacia la soberanía palestina. Sin embargo, esta visión optimista contrasta con la postura de Israel y Estados Unidos, que rechazan el reconocimiento y mantienen una línea dura, con el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmando que "nunca habrá un Estado palestino".
"Este reconocimiento no es ciertamente simbólico. Es un paso práctico, tangible e irreversible que los países deben dar si están interesados en preservar la solución de dos Estados", afirmó Shahin.
Por otro lado, voces críticas, como la del analista Jesús A. Núñez Villaverde, advierten que sin medidas concretas que frenen la violencia israelí y alivien la crisis humanitaria en Gaza, estos reconocimientos quedan reducidos a una "palabrería diplomática" que no altera el equilibrio de poder ni detiene la escalada del conflicto. Según esta perspectiva, el gesto diplomático puede incluso ser usado por Netanyahu para justificar políticas de anexión y expansión en Cisjordania, profundizando la fractura y el sufrimiento.
El 3 de noviembre de 2025, la Universidad de Chile reconoció a la general Karina Soza y al fiscal Mario Carrera por su trayectoria en la defensa de la seguridad pública. Ambos han sido protagonistas en la persecución del crimen organizado y en la implementación de políticas de seguridad, pero también han debido enfrentar cuestionamientos sobre el respeto a los derechos humanos y la legitimidad de sus acciones.
El decano de la Facultad de Derecho, Pablo Ruiz-Tagle, destacó el coraje de ambos en enfrentar problemas graves como el crimen organizado y en impulsar programas de formación en derechos humanos para funcionarios policiales. Sin embargo, sus trayectorias no están exentas de controversias, en un país donde la seguridad pública y el respeto a las garantías fundamentales siguen siendo un terreno de disputa política y social.
"Han demostrado coraje y, a través del derecho y del ejercicio de la profesión jurídica, han enfrentado problemas graves de seguridad pública, como el crimen organizado, y lo han hecho de manera decidida y clara", señaló Ruiz-Tagle.
Estos dos relatos —el reconocimiento internacional de Palestina y el reconocimiento interno a líderes en seguridad pública chilena— son espejos de una realidad global donde las nociones de soberanía, justicia y legitimidad se ponen a prueba.
Mientras en Medio Oriente la comunidad internacional debate entre gestos simbólicos y acciones concretas para resolver un conflicto que dura décadas, en Chile la lucha contra la inseguridad convive con demandas por respeto a los derechos humanos y una justicia que no solo sea punitiva, sino también reparadora y democrática.
Ambos casos muestran que los avances formales —sea un reconocimiento diplomático o un premio institucional— no garantizan por sí solos soluciones definitivas. En Palestina, la esperanza de soberanía choca con la realidad de la ocupación y la violencia. En Chile, la necesidad de seguridad pública se enfrenta a la urgencia de garantizar derechos y reparar daños históricos, especialmente en contextos de violencia y discriminación.
- El reconocimiento de Palestina por nuevos países es un avance diplomático que genera expectativas, pero también es cuestionado por su falta de impacto inmediato en la violencia y la ocupación.
- El reconocimiento a figuras chilenas en seguridad pública refleja una apuesta por el fortalecimiento institucional, pero no disuelve las tensiones sobre derechos humanos y legitimidad.
- Ambos escenarios evidencian que las soluciones a conflictos complejos requieren más que gestos simbólicos: demandan compromisos políticos profundos, diálogo inclusivo y acciones concretas que transformen las realidades sobre el terreno.
En definitiva, la historia sigue en curso, y el espectador atento debe mirar más allá del titular para comprender las fuerzas en pugna y las posibles rutas hacia una justicia verdadera, ya sea en el corazón de Medio Oriente o en las calles de Chile.