
El escenario electoral de noviembre de 2025 ha puesto en el centro del debate a Jeannette Jara, candidata presidencial del oficialismo, quien en una entrevista pública abrió una ventana poco habitual en la política chilena: la posibilidad real de no ganar y qué haría después de ese escenario. El 7 de julio de 2025, en el programa Plan Perfecto de CHV, Jara afirmó que, si no resulta electa, su plan inmediato será descansar y luego buscar trabajo en su área profesional.
Este anuncio, aparentemente simple, desnuda una tensión profunda entre la política como vocación y la política como carrera. La abogada y administradora pública, con magíster en gerencia pública, reconoció que su futuro no está necesariamente atado a la primera línea política, señalando explícitamente: 'Si no gano la elección voy a hacer mi CV y buscar pega'. La frase, directa y sin ambages, ha generado distintas lecturas entre analistas y actores políticos.
Desde la centroizquierda, algunos sectores valoran esta postura como un acto de honestidad y realismo, que contrasta con la retórica habitual de perpetuidad en cargos públicos. Para ellos, la declaración de Jara refleja una conexión con la ciudadanía y una comprensión de la política como un servicio temporal, no como un fin en sí mismo.
En cambio, desde la derecha y sectores más conservadores, la postura ha sido leída con escepticismo, interpretándola como un signo de falta de compromiso o de fortaleza política para enfrentar la contienda electoral y sus consecuencias.
Por otro lado, en el oficialismo, la declaración ha abierto un debate interno sobre la preparación y respaldo a las candidaturas, especialmente en un contexto de alta volatilidad electoral y desgaste de figuras tradicionales.
Jara también habló sobre sus relaciones personales, afirmando que la mayoría de sus amigos no están en la política y que en este ámbito es difícil mantener amistades profundas: 'En la política no creo que sea tan buena idea tener amigos'. Esta reflexión apunta a la naturaleza conflictiva y a veces personalista de las decisiones políticas, donde las lealtades pueden tensarse y los afectos diluirse.
Esta visión ha resonado con muchos ciudadanos que perciben la política como un espacio polarizado y poco propicio para vínculos genuinos, aunque también ha sido criticada por quienes creen que la política debería ser un espacio de colaboración y confianza.
La declaración de Jeannette Jara no solo revela una estrategia personal ante la incertidumbre electoral, sino que también abre una ventana para reflexionar sobre la cultura política chilena. El reconocimiento explícito de la posibilidad de derrota y la disposición a reinsertarse en el mundo profesional son señales de una política más humana y menos mitificada.
A la vez, esta postura pone en evidencia la precariedad de los liderazgos y la fragilidad de los proyectos políticos en un país que enfrenta cambios profundos y una ciudadanía cada vez más crítica y exigente.
Finalmente, el distanciamiento afectivo con el mundo político que expresa Jara invita a cuestionar cómo se construyen y sostienen las redes personales y políticas en Chile, y qué efectos tiene esto en la gobernabilidad y la representación.
Este episodio, a más de cuatro meses de la elección, permite mirar con distancia y profundidad un fenómeno que habitualmente se reduce a titulares efímeros, y entender que detrás de cada candidatura hay decisiones humanas, estrategias y dilemas que impactan en el futuro político y social del país.
Fuentes: CHV (Programa Plan Perfecto, 07-07-2025), análisis políticos diversos y seguimiento electoral.