
Un nuevo capítulo en la campaña presidencial de Jeannette Jara ha tomado forma con la incorporación de Nicolás Eyzaguirre a su equipo económico. El 7 de julio de 2025, la candidata oficialista confirmó que llamará al exministro de Hacienda y Educación para que aporte en la construcción de su programa económico. Esta decisión no solo marca un movimiento táctico dentro del comando, sino que también abre un escenario de debate intenso sobre las líneas económicas y políticas que pretende seguir el sector de izquierda que representa Jara.
Eyzaguirre había anunciado públicamente su apoyo a Jara semanas antes, destacando la necesidad de un programa que garantice sostenibilidad y gobernabilidad. Desde entonces, la relación entre ambos ha sido objeto de análisis, especialmente considerando el peso que el economista tiene en la historia reciente del país y su influencia en la socialdemocracia.
Jeannette Jara ha buscado construir una base sólida de unidad con distintos sectores del Socialismo Democrático y el Frente Amplio, aunque ha reconocido que aún es prematuro definir responsabilidades específicas dentro de su campaña. La incorporación de Eyzaguirre, sin embargo, parece ser un paso concreto hacia la consolidación de un equipo que pueda equilibrar las demandas sociales con la estabilidad económica.
Desde la izquierda más crítica, algunos sectores ven la llegada de Eyzaguirre con recelo, argumentando que su perfil técnico y su trayectoria podrían diluir las demandas más radicales que emergen desde movimientos sociales y comunas periféricas. “Es un hombre de amplia experiencia”, reconocen, pero advierten que esa experiencia también está vinculada a políticas que no siempre respondieron a las expectativas populares.
Por otro lado, figuras del centroizquierda y socialdemócratas valoran la incorporación como un gesto necesario para ampliar el espectro de apoyo y mejorar la gobernabilidad. En particular, destacan que la experiencia de Eyzaguirre en Hacienda puede ser clave para enfrentar desafíos macroeconómicos en un contexto global incierto.
En regiones, la noticia ha generado opiniones divididas. Mientras en la zona central algunos sectores celebran la profesionalización del equipo, en regiones más vulnerables persiste la preocupación sobre si esta alianza podrá traducirse en políticas efectivas que atiendan las desigualdades territoriales y sociales.
La incorporación de Nicolás Eyzaguirre al comando de Jeannette Jara representa un intento de equilibrar la experiencia técnica con las demandas sociales en una campaña que busca romper la fragmentación política. Sin embargo, esta alianza también expone tensiones internas que deberán ser gestionadas para evitar fracturas durante el proceso electoral.
Queda por verse si esta apuesta logrará consolidar un programa económico que sea a la vez sostenible y legítimo ante los diversos sectores que hoy disputan el rumbo del país. Lo cierto es que, en este juego político, cada movimiento es observado con lupa, y las expectativas son altas para quienes buscan un liderazgo capaz de reconciliar la pluralidad de demandas con la estabilidad necesaria para gobernar.