Vacaciones de invierno 2025: el respiro escolar que revela brechas y desafíos sociales

Vacaciones de invierno 2025: el respiro escolar que revela brechas y desafíos sociales
Actualidad
Educación
2025-11-23
Fuentes
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- Fechas regionales diferenciadas para el receso escolar en Chile.

- Brechas educativas que se profundizan durante las vacaciones.

- Diversas voces entre familias, expertos y autoridades sobre el impacto y las oportunidades del receso.

Un respiro necesario, pero desigual

El lunes 23 de junio comenzó el receso escolar de invierno en la mayoría de las regiones de Chile, extendiéndose hasta el viernes 4 de julio. En las regiones extremas como Aysén y Magallanes, el descanso se prolonga hasta tres semanas, por condiciones climáticas específicas. Este periodo, esperado por estudiantes y familias, no solo representa una pausa en la rutina académica, sino que también expone, con crudeza, las desigualdades educativas y sociales que persisten en el país.

El fenómeno del retroceso y la desigualdad educativa

Como advierte la académica Isabel Puga, psicóloga infanto-juvenil de la Universidad de Santiago, y lo confirma un estudio reciente del CIAE y universidades de Chile y Católica de Valparaíso, 'las brechas de aprendizaje se acentúan durante las vacaciones, especialmente en Lenguaje, debido a la disparidad en recursos y estímulos disponibles para los estudiantes según su contexto socioeconómico'. Esta realidad, conocida como “retroceso de verano”, tiene un efecto acumulativo que explica gran parte de la desigualdad en resultados académicos a lo largo de la trayectoria educativa.

Mientras algunos niños disfrutan de campamentos, viajes y hogares enriquecidos con libros y materiales educativos, otros enfrentan limitaciones que dificultan mantener el ritmo de aprendizaje. Esta disparidad no es solo un problema familiar, sino un desafío estructural que requiere respuestas coordinadas desde el Estado y la sociedad.

Diversidad de voces y enfoques

Desde el Ministerio de Educación, se insiste en que las fechas de las vacaciones fueron planificadas con antelación y tomando en cuenta factores regionales y sanitarios, buscando proteger la trayectoria educativa. Sin embargo, voces desde la sociedad civil y expertos llaman a mirar más allá del calendario y a implementar estrategias que reduzcan el impacto negativo de estas pausas.

“Las acciones familiares, aunque pequeñas, pueden marcar una diferencia si se aprovechan los momentos de interacción con los hijos”, señala María Eugenia Rojas, investigadora en política educativa. Recomienda actividades como la lectura compartida activa y el protagonismo infantil en actividades cotidianas para estimular el aprendizaje.

Por otro lado, las familias enfrentan un dilema cotidiano: conciliar el trabajo con el cuidado y el acompañamiento de los niños en estas semanas. Para muchos, el receso implica también reorganizar redes de apoyo y enfrentar la ansiedad que genera la incertidumbre sobre el retorno a clases y el desempeño académico.

Vacaciones y panoramas culturales: un refugio para el bienestar

En paralelo, diversas iniciativas culturales y recreativas se despliegan para ofrecer alternativas gratuitas o accesibles. Desde talleres gratuitos en el GAM, espectáculos infantiles y conciertos, hasta actividades en parques y centros comerciales, el objetivo es brindar espacios de aprendizaje lúdico y esparcimiento.

Estas actividades buscan no solo entretener, sino también aportar a un bienestar integral, que es clave para el desarrollo emocional y social de niños y adolescentes.

Conclusiones y desafíos visibles

La pausa escolar de invierno es, en apariencia, un tiempo de descanso y recarga. Sin embargo, al observarla con distancia y profundidad, se revela como un espejo que refleja las desigualdades estructurales del sistema educativo y la sociedad chilena.

La evidencia muestra que sin intervenciones concretas, las vacaciones pueden profundizar las brechas de aprendizaje y ampliar la inequidad. Por ello, es imperativo que las políticas públicas integren estrategias de apoyo durante los recesos, que las familias cuenten con herramientas y recursos para acompañar a sus hijos, y que la sociedad en su conjunto reconozca el valor de estos periodos como espacios de oportunidad y no solo de pausa.

En definitiva, las vacaciones de invierno 2025 no solo marcan un descanso en el calendario escolar, sino que también desafían a Chile a enfrentar las desigualdades con acciones que trasciendan el aula y el tiempo lectivo.

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_Fuentes consultadas: Ministerio de Educación de Chile, CIAE Universidad de Chile, Universidad Católica de Valparaíso, Universidad de Santiago de Chile, CIPER Chile, La Tercera, BioBioChile, La Tercera._