Europa pierde terreno en la carrera espacial frente a China: La inversión europea se reduce mientras China avanza con pasos acelerados

Europa pierde terreno en la carrera espacial frente a China: La inversión europea se reduce mientras China avanza con pasos acelerados
Internacional
Europa
2025-11-23
Fuentes
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- Inversión europea en espacio cae un tercio en cinco años

- China se consolida como segunda potencia espacial mundial

- Europa enfrenta dilema entre dependencia y soberanía tecnológica

Un coliseo de intereses y desafíos tecnológicos se despliega en la arena espacial global. Europa, que alguna vez soñó con liderar la exploración y la innovación orbital, hoy ve cómo su inversión en el espacio se reduce dramáticamente, mientras China avanza con determinación y recursos crecientes. Entre 2019 y 2024, la inversión europea en espacio cayó un tercio, según datos oficiales de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este descenso contrasta con el auge chino, que se posiciona como la segunda potencia espacial mundial, desbancando a Europa y desafiando su papel en la economía lunar y la exploración más allá de la Tierra.

El pulso entre soberanía y dependencia

Josef Aschbacher, director general de la ESA, advierte: "Europa está muy expuesta por la cooperación con Estados Unidos". Esta dependencia tecnológica y presupuestaria con Washington se ha vuelto más inestable en un contexto geopolítico marcado por conflictos y cambios en las prioridades de gasto. Mientras Estados Unidos concentra el 60% de la inversión global en espacio, China aporta un 15% y Europa apenas un 10%, a pesar de contar con una economía que supera el 20% del PIB mundial.

Esta realidad ha provocado una reflexión profunda en Europa sobre la necesidad de una "soberanía estratégica" en el espacio, que pasa por desarrollar tecnología propia, reducir la dependencia externa y garantizar la capacidad de enviar astronautas y cargas a estaciones espaciales privadas y, eventualmente, a la Luna.

Sin embargo, la soberanía tecnológica no es un camino sencillo. Requiere un mandato político claro y un aumento sustancial del presupuesto. La ESA propone un incremento del 30% en la inversión para el próximo periodo, con un presupuesto aproximado de 22.000 millones de euros para 2025-2028. España, con una industria espacial robusta, se perfila como uno de los actores clave en este esfuerzo.

Voces en conflicto: ¿aliado o rival China?

La relación con China añade complejidad al tablero. Europa mantiene cierta cooperación científica, especialmente en monitoreo climático, pero la polarización geopolítica y la competencia tecnológica hacen que la colaboración en grandes misiones espaciales sea improbable en el corto plazo. "Europa seguirá del lado de su compañero occidental", señala Aschbacher, evidenciando la disonancia entre la ambición tecnológica y las alianzas políticas.

Mientras tanto, China avanza con una estrategia integral que incluye desarrollo de cohetes privados, constelaciones satelitales para gestión de desastres y una economía lunar emergente. Esta pujanza se traduce en un desafío directo para Europa, que debe decidir si continúa fragmentada o se une para competir en igualdad de condiciones.

Impacto regional y ciudadano

El retraso europeo no es solo una cuestión de prestigio o liderazgo tecnológico; tiene consecuencias tangibles para la seguridad y bienestar de los ciudadanos. La insuficiente inversión en sistemas de observación terrestre por satélite limita la capacidad para anticipar y gestionar desastres naturales, como la tormenta Dana que afectó Valencia, España. La ESA propone una nueva constelación de satélites de alta resolución que podría salvar cientos de vidas y reducir pérdidas económicas multimillonarias.

Además, la dualidad civil-militar del espacio implica que la baja inversión europea también afecta su capacidad de defensa y seguridad, en un momento en que la OTAN impulsa mayores gastos en estos ámbitos.

Conclusiones: Un llamado a la acción

El escenario es claro: Europa está en riesgo de perder un tren que China y Estados Unidos no piensan detener. La caída en la inversión y la dependencia tecnológica ponen en jaque su futuro en un sector que crece a tasas del 10% anual y que impacta directamente en la vida cotidiana a través de telecomunicaciones, agricultura, defensa y ciencia.

La decisión política que se tome en los próximos meses, especialmente en la reunión ministerial de la ESA en Bremen, será crucial. Más allá de las aspiraciones y discursos, la realidad muestra que sin un compromiso firme y coordinado, Europa podría quedar relegada a un rol secundario en la nueva frontera espacial.

Este es un desafío que convoca no solo a gobiernos y empresas, sino también a la ciudadanía, que debe comprender la importancia estratégica y cotidiana de invertir en el espacio, no como un lujo, sino como una necesidad para la soberanía, seguridad y prosperidad del continente.

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Fuentes: Entrevista exclusiva a Josef Aschbacher, director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), EL PAÍS (21/10/2025); análisis de datos oficiales de inversión espacial; informes de la Comisión Europea y la OTAN.